Buen tiempo apuró apertura de carriles en General Cañas

Pocas lluvias permitieron demarcar tramo ayer en la tarde en Ulloa, Heredia

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El Conavi le trajo un regalo de Navidad adelantado a los conductores que usan la autopista General Cañas: la vía se abre hoy a seis carriles, 24 horas antes de lo previsto.

Los aires prenavideños y las pocas lluvias contribuyeron para que el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) terminara los trabajos de la pista antes de lo previsto.

Christian Vargas, director de Conservación Vial del Conavi, confirmó a La Nación que las buenas condiciones del tiempo permitieron hacer el asfaltado el sábado al final de la tarde.

En el sitio se colocó una carpeta de 12 centímetros de espesor y se colocó una sobrecapa adicional de cuatro centímetros en aquellas partes de la carretera donde la maquinaria pesada deterioró la anterior superficie de rodaje.

Conavi utilizó ayer máquinas borradoras (especie de lijadoras) para borrar la vieja demarcación en la pista y volver a pintar.

Alrededor de las 4 p. m., José Luis Salas, director ejecutivo del Conavi, anunció que las obras estaban prácticamente terminadas y que la autopista quedaría abierta a seis carriles hoy, a las 5 a. m.

Con lo anterior se completan cuatro meses y medio de presas, malhumor de los conductores y accidentes de tránsito.

El 26 de junio, después de un torrencial aguacero, la quebradaGuaria arrasó con el relleno de la carretera y abrió un cráter en Ulloa, cantón Central de Heredia.

Las dimensiones del daño se vieron al amanecer del día siguiente cuando las autoridades de tránsito empezaron a correr para instalar cuatro puentes bailey y pensar en una solución definitiva.

Treinta y nueve días después de que un hueco se tragó una parte de la General Cañas, el 3 de agosto el MOPT anunció la instalación de una alcantarilla abovedada de $3 millones para arreglar la pista.

Los 18 arcos de concreto, de 20 toneladas cada uno, empezaron a llegar al sitio a finales de octubre, para levantar la alcantarilla de 52 metros de longitud.

Los trabajos iban en tiempo hasta el 6 de noviembre cuando una grúa de 84 toneladas de peso bruto intentó cruzar por uno de los puentes bailey que solo soportaba 40.

Las autoridades del Conavi aceleraron la marcha no para terminar las obras, sino para evitar que el destruido puente y la grúa colapsaran sobre la alcantarilla.

A la postre, esta carrera permitió que las obras en Ulloa concluyeran antes de lo previsto.

Ahora, el Conavi sigue recopilando datos para demandar a la empresa de grúas por el daño.