El Ministerio de Educación Pública (MEP) casi tendría que duplicar su presupuesto si se aprueban los beneficios solicitados para la primera convención colectiva que negocia con un sindicato de profesores.
Para ofrecer educación gratuita a más de 900.000 niños y jóvenes, Costa Rica destina ¢1,5 billones al año, lo cual equivale al 7,02% del producto interno bruto (PIB).
No obstante, satisfacer las exigencias del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) tendría un costo adicional de ¢1,1 billones; es decir, un 5,1% del PIB.
Entonces, si se aprueban todas las peticiones del SEC, el presupuesto del Ministerio tendría que crecer a ¢2,7 billones por año. Esa cantidad de dinero representa el 12,1% del PIB y el 45,6% de todo el presupuesto nacional.
Tal estimación fue hecha por el MEP, pero, según advierte, podría quedarse corta, ya que no contempla otras exigencias como, por ejemplo, mejoras en la infraestructura de escuelas y colegios.
Tampoco incluye el costo de varios beneficios solicitados por el sindicato como bonos de vivienda para docentes, pago de taxi para ir a trabajar a colegios peligrosos, o el Internet y la computadora para quienes dan clases en zonas turísticas o en el área rural.
¿Impuestos? Mario Mora, viceministro de Planificación del MEP, afirmó que todo el presupuesto actual está comprometido, por lo que ve difícil tomar dinero de ahí para compensar esas demandas.
Sostuvo que el único camino para financiar la convención colectiva sería que los costarricenses paguen más impuestos.
“En el mejor de los casos significaría casi tres reformas tributarias solo para financiar la propuesta en su dimensión completa”, estimó.
Sin embargo, Gilberth Díaz, presidente del SEC, aseguró que los números del Ministerio están inflados. “Están totalmente fuera de la realidad”, sostuvo.
Díaz alegó que para financiar la convención no son necesarios nuevos tributos, sino aprovechar mejor el presupuesto actual. “
¿Qué piden? Entre las peticiones del SEC, está otorgar un año sabático a los docentes cuando tengan nueve años de trabajar.
También piden que los grupos no tengan más de 20 estudiantes, disfrutar de 11 semanas de vacaciones al año en vez de nueve y poder disfrutar una licencia de 24 meses por maternidad.
Además, quieren que el MEP abra guarderías en cada centro educativo para cuidar a los hijos menores de cuatro años de sus funcionarios.
Otra exigencia es pagar horas extra para que los educadores participen en desfiles, reuniones y ferias científicas fuera del centro educativo.
Las peticiones incluyen un sobresueldo de hasta 30% si el maestro lleva otra carrera, ofrece talleres o enseña en sitios turísticos.