Ante la incapacidad que tiene la Municipalidad de San José de controlar las ventas callejeras al menudeo, las autoridades quieren frenar a los proveedores de la mercancía.
“Hay vendedores a los que se les decomisa mercadería 3 y 4 veces al día y a los 30 minutos están otra vez en la calle con los mismos productos para la venta. Lo que hay que romper son las redes de distribución”, declaró Marcelo Solano, jerarca de la Policía Municipal.
Según explicó, sus efectivos están ahora más preocupados por identificar los parqueos que alquilan espacios para guardar verduras y denunciarlos por realizar actividades distintas a las establecidas en sus patentes.
Lo mismo podría ocurrir con los café Internet y videoclubes, que se convierten en bodegas de distribución para los vendedores de discos pirateados.
Este tipo de operativos requieren la colaboración de la Policía Fiscal para poder detectar eventuales evasiones al fisco.
Sin embargo, no siempre es factible organizar este tipo de investigaciones conjuntas entre ambos cuerpos policiales, dijo Solano.
Por último, este año el municipio invertirá ¢1.000 millones en la construcción de un nuevo mercado para vendedores de artesanías en el edificio conocido como El Frontón, frente a la plaza de las Garantías Sociales.
Según Rafael Arias, asesor del alcalde Johnny Araya, este será el último mercado municipal que se construya en San José, ante el fracaso de otras iniciativas similares como El Paso de la Vaca, en el cruce de avenida 7 y calle 6.
Ese local albergaba a 140 vendedores y cerró en setiembre del 2007, cuando registró pérdidas por ¢43 millones.