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La Intendencia de Energía de la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) sacó del mercado 2.500 cilindros de gas en mal estado, luego de una revisión de calidad.
Aresep visitó, en el transcurso de dos semanas, nueve plantas envasadoras de gas que operan dentro del país y ninguno de los cilindros inspeccionados lograron pasar los estándares de calidad.
Esta medida obedece a una nueva regulación, más rigurosa, para verificar, recalibrar y destruir cilindros de gas en mal estado.
"Este nuevo procedimiento de inspección forma parte integral del Programa de evaluación de la calidad del gas que venimos impulsando desde 2013. Nuestro compromiso es consolidar un modelo de regulación que propicie la prestación de servicios públicos seguros y de calidad", explicó Juan Manuel Quesada, Intendente de Energía.
A los cilindros que no pasan la prueba se les coloca un marchamo con un número único, para poder identificarlo. Los cilindros que no pasen las pruebas deben ser recalificados por las empresas envasadoras y solo podrán ponerse a la venta aquellos que la empresa certifique que han pasado la revisión.
Los recipientes que no logren pasar la prueba después de ser recalibrados tienen que ser destruidos.
Según Quesada, un informe de la Aresep, del primer semestre del 2015, reveló que el 60% de los cilindros portátiles tenían al menos un defecto, como golpes, fugas, corrosión y falta de información.
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En ese primer semestre se revisaron 14.835, de los cuales un 61% no cumplían con los requisitos mencionados.
De esta cifra, un 3,3% presentaba fugas en la válvula de acoplamiento (en este caso se paraliza el traslado), el 23,2% tenía al menos un defecto físico por lo que se ordenó que fueran recalificados, además un 36,5% presentaba inconformidades en el número de serie y el 61% no cumplía con la información mínima de indentificación establecida en las normas vigentes.