Las agujas y semáforos ubicados en los cruces de tren, para alertar a los conductores que se acerca una locomotora, podrían dejar de funcionar en junio cuando venza el contrato de mantenimiento, pues a la fecha no hay ningún proceso para establecer un nuevo convenio y ni siquiera está claro de dónde saldrá el presupuesto para atender los sistemas de seguridad.
Cindy Coto, directora ejecutiva del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), confirmó el riesgo, al ser ese uno de los órganos involucrados en la búsqueda de una solución, junto con el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
“La Dirección General de Ingeniería de Tránsito desde hace años viene alertando sobre esa fecha de vencimiento”, aseveró Coto.
Según la funcionaria, al Cosevi le correspondía “colocar los sistemas”, pero, aseguró, el mantenimiento posterior tenía que darlo el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).
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No obstante, el presidente ejecutivo del Incofer, Mario Arce, alegó que la institución no tiene ni el recurso económico ni humano para atender la tarea. Esa entidad tiene un presupuesto de ¢7.600 millones y 56 funcionarios.
Arce informó de que el 23 de mayo del 2022 envió un oficio al ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, para informarle de la imposibilidad del Instituto de asumir el mantenimiento de los sistemas.
“Entiendo que el presupuesto y el manejo de estos cruces requiere de una inversión considerable, que supera los $2 millones anualmente, y desde luego, requiere una serie de personal con el cual no contamos. Yo quisiera recordar que el Incofer es una de las instituciones del Estado con más limitaciones presupuestarias”, insistió el presidente ejecutivo.
Por su parte, Junior Araya, director de Ingeniería de Tránsito, aseguró que desde hace dos años trabajan para entregarle el proyecto al Incofer, para que “ellos empezaran a asumir el mantenimiento del sistema”.
“Ellos (el Incofer) tenían bastante anticipación para que pudieran presupuestar, lamentablemente, y las razones las desconozco, el Incofer no presupuestó para el presente año el mantenimiento para los cruces ferroviarios”, manifestó Araya.
La Nación envió consultas el martes 14 de febrero al despacho del ministro Amador, pero el jueves informaron que la agenda estaba muy cargada y no sería posible responder con prontitud.
Incertidumbre
Ante esa falta de previsión que señala Araya, la solución que el jerarca del Incofer plantea es que “el departamento del MOPT que ya tiene el recurso y los fondos, pueda seguir haciéndose cargo”.
Desde el Cosevi, Coto mencionó que a pesar de que no han determinado la forma en la que van a abordar el tema, tienen claro que es una prioridad.
“Ingeniería de Transito, en conjunto con Cosevi y el MOPT, están dándole seguimiento para ver cuál es la hoja de ruta y no dejar desprotegido el tema de los cruces y los sistemas, que fue una inversión bastante fuerte y que no puede quedarse sin mantenimiento”, expresó la jerarca.
Por ahora, la posibilidad de enviar un presupuesto extraordinario al Congreso para poder solucionar el tema no está clara, pues antes prefieren buscar otras vías.
“Habrá que ver para cuándo tendríamos la contratación, entonces ahorita estamos trabajando con todos los supuestos. Estamos viendo cuáles son las medidas para que nosotros lo dotemos de contenido, cuáles son las medidas bajo la nueva ley de contratación y ver cuál es la negociación a la que podríamos llegar con el Incofer, porque también hay otros cruces que necesitan intervención”, explicó Coto.
Sistema de seguridad
En la Gran Área Metropolitana (GAM) hay más de 100 cruces que tienen señalización de agujas y semáforos.
Para las agujas, antes y después de cada intersección, hay cajas de pedales con sensores, cuando el tren pasa por el primer pedal, este se activa y los sensores recogen información como la velocidad y la cantidad de ejes funcionando. Esta información determina el tiempo que el dispositivo permanece activado.
Una vez que pasa el tren por el cruce y se aleja, el segundo pedal también recoge información del paso y ordena al dispositivo de seguridad que levante agujas y, por lo tanto, apague los sonidos y los semáforos para dar por finalizado el proceso.
Los sensores ubicados en los pedales transmiten por cables subterráneos la información hacia las alarmas, semáforos y agujas para que se activen y luego se desactiven.
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A pesar de esos dispositivos de seguridad, en el 2022 se registraron 34 choques con el tren y en lo que va del 2023 se contabilizan 3, según datos del Incofer.
“Desde luego que nos preocupa el tema de las eventuales colisiones (en caso de que no se les de mantenimiento), se podrían coordinar y tendríamos que ver con Policía de Tránsito, pero yo no valoro ese escenario como viable o posible, pues esto (la falta de presupuesto) ya lo hemos informado y se debe arreglar”, manifestó el presidente del Incofer.