Los abonados del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) están pagando este mes un 17% más de lo que desembolsaron durante el primer semestre del año.
Para ellos, la tarifa básica (de 0–15 m³ de consumo) pasó de ¢330 a ¢396, mientras que la de un consumo mayor a los 120 m³ aumentó de ¢1.663 a ¢1.996.
Los clientes del AyA –cerca de 1,3 millones– pagaban las mismas tarifas desde el segundo semestre del 2013. El precio vigente se fijó en julio pasado.
El aumento en los recibos, sin embargo, no resultó tan polémico este año como los conflictos protagonizados por distintos cantones del país por acceso al recurso hídrico en tiempos de escasez.
Las mayores fricciones comunales se dieron entre Grecia y Atenas; entre Paraíso, Cartago y Oreamuno; y entre San Ramón y Palmares.
Yamileth Astorga, presidenta del AyA, sostuvo que su principal reto para el 2015 consiste en llevar información “correcta y entendible” a las comunidades, para evitar las luchas.
“Hay mucho invertido en los conflictos por el agua; el problema va a crecer cada vez más y la institución tiene que prepararse para ello, no podemos esperar. Mucho de esto se debe a falta de diálogo”, aseveró Astorga.
El AyA cerró el periodo con la deuda de desarrollar proyectos de saneamiento (limpieza del agua), por lo que prepara algunos proyectos y pide al Gobierno que los financie.
Sin agua. Este 2014, la escasez de lluvia –un efecto del fenómeno El Niño– trajo drásticos cortes y desabastecimiento a inicios del 2014. Astorga espera un escenario peor para este verano: de noviembre a abril.
Se prevé que 400.000 clientes del AyA – en la Gran Área Metropolitana– sufrirían racionamientos durante ese periodo.
Unos 16.000 quedarían sin agua por 12 horas diarias; 77.000 no tendrán líquido entre seis y 12 horas, y otros 290.000 sufrirán cortes por hasta seis horas.
En este momento, el Instituto tramita 96 proyectos de acueducto y alcantarillado, incluidas seis plantas de tratamiento de arsénico.