El 15% de los colegiales confiesa haber sido víctima de abusos físicos o psicológicos por parte de algún compañero, y, de ese porcentaje, un 4,5% afirma que esas agresiones ocurren “siempre”, y el 12%, “muchas veces”.
Los datos se derivan de una reciente investigación hecha por la Clínica del Adolescente del Hospital Nacional de Niños sobre matonismo colegial o bullying, que consiste en burlas, discriminaciones, golpizas y exclusiones de forma reiterada hacia una persona.
El estudio se hizo mediante una encuesta a una población de 4.630 estudiantes de 51 colegios de todo el país en el 2009, cuyos datos se procesaron este año.
De los muchachos que dijeron ser víctimas de agresiones, un 25% manifestó que estas ocurrían desde la escuela; 40%, desde sétimo año; 18%, desde octavo, y el resto afirmó que en grados superiores.
En cuanto al lugar donde ocurren las agresiones, un 26% reporta que en la calle (afuera del colegio); un 25,9% en los corredores; un 25,3%, en las clases; un 16%, en el patio, y un 7,7%, en el baño del centro educativo.
Ante la pregunta de quiénes detienen las situaciones de abuso, un 37% respondió que “nadie”.
Alberto Morales, director de la Clínica, alertó sobre este tipo de agresión, pues genera consecuencias emocionales en las víctimas que van desde la depresión hasta los deseos de retirarse del centro educativo.
Mientras tanto, los agresores a los que no se les corrige pueden desarrollar en el futuro conductas más agresivas, controladoras y hasta delictivas, agregó Morales.
Intervención. Rocío Chaves, trabajadora social de la Clínica del Adolescente, señaló que tanto los docentes como los padres de los muchachos deben abrir espacios de diálogo para que las agresiones no sigan siendo ignoradas.
Asimismo, comentó que los profesores no pueden hacer la vista gorda ante estos casos y deben frenarlos, por más insignificantes que parezcan.
“Los papás deben involucrarse: no es solo pedirles buenas calificaciones a sus hijos, deben velar por que sean buenos estudiantes, y esto va más allá de sus notas”, indicó.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) realiza varios programas para detectar y prevenir la violencia en las aulas, los cuales parten del arte, el entendimiento y el deporte para generar armonía.
Tales iniciativas, según el MEP, se han intensificado en los últimos años, y espera extenderlas a todos los colegios.