Un atraso de dos meses en la llegada de algunas dosis que forman parte del esquema básico de vacunación, tiene a unos 12.000 niños sin inmunizar.
Así lo estimó María Ethel Trejos, directora de Vigilancia de la Salud, al considerar que cada mes se vacunan alrededor de 6.000 menores, a partir de los dos meses de nacidos.
El faltante se dio en las vacunas del tipo tetravalente (tetraxim) y pentavalente (pentaxim), que protegen contra enfermedades como el tétanos, la polio o la tos ferina, y se suministran entre los primeros meses de vida del bebé y a los 4 años.
Trejos atribuyó el atraso en la llegada de las dosis a un problema en la gestión para adquirir los medicamentos.
“Lo que hubo ahí, aparentemente, fue un retraso en el trámite administrativo que se lleva para la compra”, expuso la doctora.
El Ministerio de Salud desconoce cuántas zonas del país enfrentan el problema. La Nación , por medio de consultas, confirmó la escasez en Ebais de Alajuela, Cartago, Liberia y Pérez Zeledón.
La entidad responsable de la compra de estos dos tipos de vacunas –tetravalente y pentavalente– es el Ministerio de Salud.
Las compras. La directora de Vigilancia de Salud precisó que entre el 30 y 31 de julio ingresaron 181.000 dosis, tanto de tetravalente como de pentavalente.
Trejos agregó que estaban tardando más de lo normal en el proceso del control de calidad.
“Normalmente, duran tres días y se reparten (a los Ebais), y ya vamos por ocho días”, explicó.
Dinorah Garro, gerente de Logística de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), evitó referirse al desabastecimiento.
No obstante, reportó que las dosis de la vacuna pentavalente ya fueron adquiridas y están en el proceso de control de calidad. La funcionaria aseguró que estarán en circulación esta misma semana.
Sin embargo, dijo que las inyecciones de la tetravalente entrarían al almacén este jueves.
Sobre el faltante de las vacunas contra hepatitis B, la gerente de Logística de la Caja apuntó que mañana ingresarán 72.000 dosis para niños y otras 28.000 en setiembre.
Riesgo. La reducción en las coberturas aumenta el riesgo de que se registre un brote de las enfermedades que se tratan de prevenir.
Este es el criterio de María Luisa Ávila, jefa del Servicio de Infectogía del Hospital Nacional de Niños. “Me parece que es muy lamentable que no se cuente con las vacunas”, expresó la especialista.
De acuerdo con la Caja, las compras responden a esquemas de vacunación programados.
Otra agravante que apuntó Ávila es la prolongación de los intervalos recomendados en los que tienen que ser puestas las dosis,
“Los padres de familia llaman para preguntarnos si tenemos vacunas y si pueden traer al chiquito para que lo vacunemos”, agregó.
Sin embargo, el Hospital no vacuna a la población ambulatoria, aclaró la doctora.
De las ocho dosis que componen el esquema básico de vacunación; dos de ellas son donadas por el Ministerio de Salud a la Caja, que son la pentavalente y la tetravalente. Las otras seis son suministradas por la CCSS a los Ebais.
Para el 2011, cuando se realizó el Censo, había 757.753 niños, de entre cero y 10 años, a los cuales se les debe aplicar las vacunas.