Serpientes nada despreciables

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Si lo muerde una culebra, aun cuando parezca casi una lombriz, no dude en correr al hospital más cercano. Le aseguramos que es lo único que le garantizaría la vida porque, aunque usted vea a la serpiente pequeña y despreciable, su veneno puede ser mortal. Y aun si no lo fuera, toda mordedura de ofidio es infecciosa.

En esta época de verano pululan por los campos, sobre todo en los charrales enmontados. Al erradicarse los herbicidas, la reproducción de víboras puede aumentar considerablemente.

Durante la exhibición de serpientes que se realizó este fin de semana en el Museo Nacional, científicos del Instituto Clodomiro Picado Twight explicaron a los visitantes que la mordedura de serpiente es un problema nacional de salud pública.

Rodrigo Aymerich señaló que hay 800 casos de mordeduras al año en el país, y diez mueren.

"Mueren por creencias culturales: desprecian el tamaño de la serpiente, ignoran que el único tratamiento válido está en los hospitales y no recurren a ellos, curanderándose caseramente."

En la exhibición en el Museo se podían observar, metidas en campanas de cristal, serpientes venenosas como cascabel, mano de piedra, tamagá, bocaracá, oropel, lora, serpiente de mar y coral; también las había no venenosas, como falsa coral y caracolera, la cual es tan inofensiva, que se deslizaba pacífica entre los brazos de los visitantes.

"No pretendemos algo espectacular, y por eso no trajimos especies exóticas, tratamos de informar al público, haciendo conciencia de que es un problema de salud que produce muertes; que se debe andar por los montes con botas altas de cuero o de hule y, si son mordidos, hay que acudir inmediatamente a un hospital", puntualizó Aymerich.