Policía que reclutaba donantes será testigo clave

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Maureen Patricia Cordero Solano, de 33 años, será testigo clave de la Fiscalía en el juicio contra la red de tráfico de riñones desarticulada en Costa Rica.

Ella fue detenida el 18 de junio del 2013 porque en su tiempo libre se dedicaba a reclutar personas para que donaran sus riñones, órganos que luego eran vendidos a clientes extranjeros.

En aquella época, ella aprovechaba su otro trabajo como taxista informal en San José para identificar a potenciales donantes y convencerlos de que la extracción no afectaba la salud pues es factible vivir con un solo riñón, detalló el fiscal general, Jorge Chavarría.

Añadió que ella misma vendió uno de sus riñones.

Sin embargo, el Ministerio Público consideró que su participación en los ilícitos fue menor en la organización criminal, por lo que le concedieron el beneficio del criterio de oportunidad.

De esa manera, pasó de ser imputada a convertirse en testigo, con lo que se libra de ser enjuiciada si brinda información en contra del resto de imputados.

Cordero había ingresado al Ministerio de Seguridad Pública en noviembre del 2004, como policía raso de la Dirección de Servicios Privados de Seguridad; luego pasó a una delegación en Curridabat.