Texto original publicado por La Nación el 31 de octubre de 1971.
El Gobierno mantiene, inconmovible, su tesis de que para entrar en negociaciones con los médicos del Seguro Social que están en huelga desde el lunes pasado, tienen primero que levantar ese estado de huelga.
Se hizo un análisis general de lo sucedido desde la reunión de negociación el viernes en la tarde, en general, se consideró que hay hechos que favorecen el diálogo entre las partes. Se comentó que un telegrama de 42 distinguidos médicos enviado al Gobierno favoreció el clima de entendimiento. Es buen síntoma que estos médicos no se unirán a la huelga general.
El Dr. Manuel Aguilar Bonilla, primer vicepresidente de la República, mantuvo largas conversaciones con los dirigentes del movimiento huelguístico y dio un informe a la Comisión del Poder Ejecutivo. Al parecer, debido a sus buenos resultados, se le solicitó seguir siendo mediador.
En total son 675 médicos los que están en huelga (un 66% de total de galenos). La totalidad de los huelguistas trabajan en la Caja del Seguro, algunos con cuatro horas diarias, la mayoría con seis horas y un buen número a tiempo completo ocho horas diarias. El resto de médicos que no están en huelga continúan laborando en hospitales y dispensarios, especialmente en el Hospital de Niños.
En otras noticias:
Extremista ligado a secuestro en Limón
Un sujeto vinculado a actividades políticas extremistas formó parte del intento de secuestro del señor Juan Sarkis en Limón. En esa ocasión, varios pistoleros intentaron el secuestro frente a la casa de la víctima, durante la madrugada del 6 de octubre.
Al parecer, el malhechor fue también uno de los sujetos que se encerró en un avión local de LACSA con otro hombre. El avión, rodeado por la policía durante horas, fue finalmente desalojado no sin antes hacer uso de gases lacrimógenos.
La autoridades de investigación no dieron aún por terminado el caso, continúan investigando detalles y tienen la sospecha de que otras ramas de esa banda podrían estar activas para cometer otro delito. Permanece asignados los detectives Franklin Zamora y Álvaro Navarro.
Terroristas del ERI dinamitaron aduanas
Los gritos de un muchacho de 13 años que rogaba “sálvenme, por Dios, sálvenme”, bajo los escombros de su casa destruida por una bomba terrorista, simbolizaron ayer la tragedia de Irlanda del Norte.
El muchacho quedó enterrado vivo cuando guerrilleros de la organización terrorista Ejército Republicano Irlandés (ERI), dinamitaron ocho puestos aduaneros británicos en la frontera con la República de Irlanda y arrojaron una bomba contra un cuartel militar británico en Belfast.
La bomba destruyó la casa vecina de una familia católica. Un soldado fue muerto y cuatro resultaron heridos en la explosión. Los vecinos y soldados escarbaron en los escombros con las manos para sacar al muchacho.