CCSS celebró a donadores de vida

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Tres historias cargadas de esperanza y buena voluntad estuvieron en el centro de la actividad denominada El Día D la donación de órganos , en la que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no solo honró a quienes han tomado esta valiente decisión, sino que motivó a los ticos a convertirse en donadores y, así, regalar vida.

Geovanni Cordero, de 30 años contó que el simple deseo de ayudar lo motivó a donar un riñón a un extraño.

“Es una donación altruista, una decisión desinteresada. Simplemente, me motivó el hecho de saber que hay listas de espera y personas que no tienen la misma calidad de vida que yo. Esa fue mi motivación”, contó.

Cinthya Torres también compartió la experiencia de haber donado todos los órganos de su hijo, quien falleció a los 6 años después de sufrir un aneurisma.

Mientras, Sofía Escalante contó cómo un trasplante de médula ósea (en que la donadora fue su madre, Angélica Gutiérrez) le salvó la vida, tras ser diagnosticada con leucemia.

Los médicos también aprovecharon la actividad para referirse a la donación de córneas.

Según los especialistas, hay dos mitos en torno a la extracción de córneas: uno es que a las personas se les “sacan los ojos totalmente” y el otro, que la persona favorecida recordará lo que veía el donante.

Datos de la Caja revelan que cada donante fallecido de órganos y tejidos puede salvar nueve vidas, en tanto un donante vivo beneficia solo a una persona.

Entre el 2009 y el 2016, se registró un promedio de cinco donantes por millón de habitantes. En la Caja Costarricense de Seguro Social, 1.215 personas necesitan u órgano o tejido.

Fotos: Diana Méndez