Las camas del Hospital Nacional de Niños (HNN) se llenaron este mes de menores enfermos por males respiratorios como gripe, asma, afecciones en los bronquios y el muy frecuente virus sincitial.
Cada día de setiembre han sido atendidos hasta 324 casos, ya sea en consulta o para internamiento. Esto representa entre 15 y 20 enfermos más que durante el mismo periodo del año pasado.
Entre el 1% y el 5% de los pacientes que llegan a consulta externa requieren hospitalización y entre el 1% y el 2% de los internados pasan a Cuidados Críticos.
“El área de Cuidados Críticos superó en 130% su capacidad resolutiva”, afirmó Orlando Urroz, director del centro médico.
Durante la primera quincena de este mes, se contabilizaron 949 pacientes con infecciones en las vías respiratorias superiores, 218 niños con problemas de asma bronquial y otros 297 con bronquiolitis, precisó Carlos Jiménez, jefe de consulta externa del HNN.
La más frecuente de las condiciones es el llamado virus sincitial, que padecen ocho de cada diez niños, especialmente los menores de dos años. Este virus condujo el año pasado a una crisis en el hospital.
Solo en la primera semana, hubo necesidad de internar a 63 niños y, en este momento, casi el 100% de las camas de Medicina General están ocupadas, dijeron los médicos.
Plan de contingencia. Ante el colapso de los servicios, el hospital puso en ejecución un plan de contingencia que permita contar con el personal necesario a todas horas, todos los días.
Esto obligó a habilitar más áreas y a incrementar las camas para atender los casos críticos.
“Se implementó debido a que la cantidad de niños críticos que requirieron ventilación asistida la semana pasada superó la capacidad de atención”, manifestó Orlando Urroz, director del HNN. En ese periodo, 24 menores necesitaron de este tipo de ayuda.
Ante tal situación, las cirugías complejas que ya están programadas dependen del espacio disponible en Cuidados Intensivos.
Desde finales de agosto, la Caja Costarricense de Seguro Social hizo un llamado a la precaución ante el pico de virus respiratorios, que va de setiembre a noviembre.