Primo de Calderón justifica nombramiento

"Deferencia" con el Partido Liberación Nacional

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El exembajador de Costa Rica en Managua Carlos Aguilar Calderón aseveró que el trámite para nombrar a Ardino en la administración Calderón fue uno más de los cientos de solicitudes para ocupar diversos puestos que se reciben al iniciar un Gobierno.

El primo del expresidente Rafael Angel Calderón y exembajador de Costa Rica en Nicaragua, Carlos Aguilar Calderón, justificó ayer el nombramiento diplomático del prófugo italiano, Luigi Ardino, en la experiencia y preparación académica del europeo en el campo del derecho privado internacional y las finanzas.Pero en el trámite de nombramiento también influyó "una deferencia" con el Partido Liberación Nacional, según Aguilar, pues fueron allegados a esa agrupación quienes sugirieron el nombre de Ardino para ocupar algún puesto honorario.

El 28 de agosto de 1990 la administración Calderón designó a Ardino -preso en Costa Rica desde el pasado martes- como agregado económico honorario en la Embajada de Costa Rica en Bélgica. Allí fungiría como asesor en materia económica ante la Comunidad Económica Europea, aunque nunca fue acreditado.

Aguilar aceptó ayer desde su residencia en Managua que en junio de 1990, un mes después de haber iniciado el nuevo gobierno, tramitó en Casa Presidencial el nombramiento de Ardino y trasladó el expediente al despacho del Presidente de la República para que tomara una decisión.

Ardino, quien preside en el país la Sociedad Vida y Sueño -la más grande pues tiene casi un centenar de firmas- (véase nota aparte), es requerido por la justicia de su país por cometer el presunto delito de asociación ilícita para cometer fraude fiscal, falsificación de documentos y emisión de facturas inexistentes.

Sin embargo, su abogado, Gonzalo Castellón, reiteró ayer que la justicia de Italia solo busca "camuflar" el delito de evasión fiscal, que no estaba tipificado en el país hasta hace un mes.

Actualmente Ardino está preso en la sección A-2 de la Unidad de Admisión de San Sebastián, en acatamiento de una orden de captura y extradición del Gobierno italiano.

Primer contacto

La primera recomendación del extranjero provino, según Aguilar, del abogado José Manuel Gutiérrez, hijo del excanciller Carlos José Gutiérrez y actual embajador alterno de Costa Rica ante la Organización de las Naciones Unidas.

"Un amigo común de apellido Rojas me dijo que Ardino era un cliente de Gutiérrez con excelentes conexiones en Europa y con mucha trayectoria (...) Luego de estudiar su currículum y atestados pensamos que podía servirle al Gobierno como asesor para facilitar el entroncamiento con la Comunidad Económica Europea", sostuvo Aguilar.

En aquel momento Aguilar todavía era miembro de la comisión de traspaso de poderes y se preparaba para asumir su puesto de embajador en Managua, donde permaneció hasta su renuncia en noviembre de 1991. Según el exfuncionario, a Ardino se le efectuó una investigación de antecedentes policiales, que salió limpia.

Sin embargo, dijo que no se enteró de la suerte de Ardino hasta que en 1991 supo que el embajador costarricense en Bélgica, Guillermo Jiménez, aparentemente se negó a acreditarlo.

En el currículum de Ardino, destituido oficialmente del cargo en enero de 1993 por "rumores" de líos fiscales, dastacaban un doctorado en Administración de Empresas y una especialidad en derecho internacional privado de la Universidad de Friburgo.

El fugitivo de la justicia italiana, de 60 años de edad, es autor de 13 libros acerca de temas fiscales, financieros y comerciales. Fue profesor invitado en Temple University Filadelfia, entre 1981 y 1984, y profesor de derecho internacional en la Universidad de Urbino, Italia, a partir de 1983.

Singulares menciones

El caso de Luigi Antonio Ardino, excliente de los abogados José Manuel Gutiérrez y Ernesto Gutiérrez, no es el primero en el que miembros del bufete Gutiérrez, Hernández y Pauly son mencionados en los medios de comunicación colectiva.

Junio de 1987: La revista Rumbo puso al descubierto una amplia red de mafiosos y prófugos alemanes que poseía y administraban en Costa Rica una amplia red de prostíbulos, cabarés y casinos, encabezados por Reinhard Ringo Kleem. José Manuel Gutiérrez, actual embajador alterno de Costa Rica ante la Organización de las Naciones Unidas, reconoció en aquel momento que había actuado como notario de algunos de los extranjeros buscados por la Policía Internacional (INTERPOL).

Setiembre de 1992: Rubén Hernández Valle, exmagistrado suplente de la Sala Constitucional y actual embajador en Roma, recibió una corrección disciplinaria de advertencia de la Corte Suprema de Justicia por votar un caso en el cual él y su socio, el abogado Alberto Pauly, eran parte interesada. Hernández argumentó que desconocía la existencia de un poder legal que lo convertía en parte del asunto en cuestión: la deportación de un cliente extranjero llamado Aliunaki Keshavji.