Abrirse espacio en un kilómetro densamente poblado y prácticamente impenetrable será uno de los más importantes retos viales que heredará el próximo Gobierno, de concretarlo, habrá conseguido lo que nueve presidentes dejaron pendiente: finalizar la ruta de Circunvalación.
Lograrlo implica abrirse campo a través del populoso distrito de Calle Blancos, en Goicoechea, una zona de alta densidad de viviendas, industria y comercio, que requiere al menos 100 expropiaciones en el último de los cinco kilómetros que comprende el arco norte.
El martes, el Consejo Nacional de Vialidad firmó el contrato con el consorcio La Estrella-Hernán Solís para hacer el diseño de los cinco kilómetros del arco, pero, en principio, solo cuatro serán construidos para finales del 2016.
En este tramo se contempla la reubicación de varias familias del precario Triángulo de Solidaridad, también en Calle Blancos.
Las dificultades surgen debido a que la vía que unirá la ruta 32 con Calle Blancos necesita más expropiaciones que los otros cuatro kilómetros juntos. Este tramo ni siquiera se encuentra contemplado en el empréstito solicitado al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), en el 2012, para completar el arco norte de Circunvalación.
El diseño definitivo de ese tramo deberá estar listo en octubre.
Guillermo Loría, director del Laboratorio de Materiales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme-UCR), advirtió de que si este último kilómetro no se construye, no habrá ningún cambio en el comportamiento del flujo vehicular de la Gran Área Metropolitana
“Es positivo que se haga (los primeros cuatro kilómetros de obra), pero no cambiará nada ni dará mayor operatividad hasta que se termine el trayecto”, concluyó.
Luis Guillermo Campos, presidente del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, coincidió con Loría y criticó la ausencia –casi 60 años después de ideado el proyecto– del arco norte.
Él considera que la carretera en la actualidad es disfuncional, pues así no cumple con la misión para la que fue construida. Eso afecta el tránsito pesado que va hacia los puertos del Caribe y el Pacífico, el cual debe ingresar al centro de San José por la ausencia de este tramo.
Trazado pendiente. Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), explicó que faltan planos de catastro para estimar el tiempo que tardarán en obtener derechos de vía del kilómetro final. Aseguró que aún no está definido el tramo exacto por el que pasará el arco norte ni el monto que deberán desembolsar por los 100 terrenos pendientes de expropiar.
Antes, en el 2011, el MOPT aseguró que ya tenía claro el nuevo trazado y seleccionados los terrenos por expropiar. Esa vez se informó de que tenían propiedades compradas desde hacía más de 10 años.
Aun así, Castro confirmó que en Circunvalación Norte ya se ha venido trabajando en expropiaciones y que cuentan con un importante grado de avance, aunque del último kilómetro solo 25 propiedades han sido compradas y está pendiente la compra de más de 100.
“Se definirá cuándo y cómo contratar ese kilómetro final apenas se tenga diseñado y se tengan planos de catastro para estimar el tiempo que tomará obtener los derechos de vía. En ese tramo hay más expropiaciones que en los cuatro kilómetros entre La Uruca y la ruta 32”, puntualizó el ministro.
Expropiaciones. Según la Oficina de Planificación del MOPT, los tiempos aproximados de expropiación son de al menos seis meses, siempre que la propiedad carezca de impedimentos legales y que el propietario acepte la evaluación económica de su terreno. En caso de que no sea así, el plazo podría superar los ocho meses.
“No se está contratando una obra incompleta; se va a ejecutar la porción que tiene las condiciones para hacerse de inmediato, pero dicha contratación se aprovecha para generar todos los insumos necesarios para adquirir los derechos de vía entre la ruta 32 y Calle Blancos. ¿Por qué congelar recursos en una obra tan complicada en el tema de expropiaciones cuando hay otros proyectos que también se deben construir?”, enfatizó Castro.
La carretera se concebió en los años 50 por el crecimiento de la flota vehicular, pero hasta 1975 fue adjudicada a la empresa transnacional Louis Berger. Hoy, por allí pasan entre 30.000 y 90.000 autos diarios. Hace 39 años, los ingenieros estimaban que la usarían unos 35.000 por día.