‘Yo no estaba participando en la toma de decisiones’

La viceministra de Hacienda decidió dejarle libre el camino a su jefe, el actual ministro Fernando Herrero . “¿Para qué vamos a tener discusiones?”, dice ella sobre su “amistad” con el jerarca. La funcionaria también asegura que su renuncia no tiene que ver con la reforma tributaria que impulsa el Gobierno, aunque no se atreve a contestar cuando se le pregunta si comparte la forma en que se está manejando el asunto.

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Tras cinco años en el ministerio de Hacienda, la viceministra Jenny Phillips Aguilar decidió dejar su cargo por los desacuerdos con el actual titular, Fernando Herrero.

Venía pensando en la renuncia desde hace casi dos meses.

Desde su punto de vista, cuando en una institución se presentan roces entre un jefe y su subalterno, a este no le queda otra opción que irse. Y eso fue lo que ella hizo.

Reticente a revelar los motivos de sus diferencias con Herrero –con quien asegura tener una “amistad de muchos años”–, Phillips habló ayer con La Nación, en medio de una fiesta familiar en su casa.

Al final de la entrevista telefónica, esta abogada, de 55 años, aceptó que últimamente no era tomada en cuenta en la grandes decisiones del Ministerio de Hacienda.

En mayo regresará a trabajar como directora de Admisibilidad de la Defensoría de los Habitantes.

Doña Jenny, ¿por qué renunció al Viceministerio de Hacienda?

Lo único que le podría dar es la copia de la carta de renuncia.

Yo le entiendo, pero usted en esa carta habla de diferencias con el ministro Herrero. Lo que quiero conocer son esas diferencias.

Él y yo tenemos una amistad de muchísimos años. Tenemos diferencias y es mejor que no sean más profundas; mejor dejarlo aquí.

¿Y no podemos conocer esas discrepancias?

Es preferible que no. Yo estoy totalmente de acuerdo con la reforma (tributaria), son discrepancias administrativas que tenemos. Tenemos derecho a tener enfoques diferentes. El ministro es él y, por lo tanto, aquí a quien le toca irse es a mí (...) Yo soy la viceministra, ¿a quién le va a tocar irse? Al segundo.

¿Usted trató de pedirle a la presidenta que intercediera de alguna forma para arreglar las cosas?

No. Soy muy respetuosa de la señora. Lo único que le pedí fue una audiencia para decirle: ‘Señora, estoy renunciando’ y agradecerle la oportunidad que me dio.

¿Usted cree que la estaban desplazando de alguna forma en el Ministerio de Hacienda?

No te voy a contestar. Yo respeto la amistad que tengo con Fernando. Precisamente y para que la amistad se mantenga, ¿para que vamos a tener discusiones? Jamás.

¿Cree que de no haber tomado esta decisión le hubiesen pedido que se fuera, tarde o temprano?

Tengo que ser sincera, no lo sé.

Usted no estaba previendo'

Yo me quiero mucho, demasiado, y creo que lo único que uno tiene es el nombre. Lo único que yo tengo que buscar es sentirme tranquila conmigo misma (...) En estos últimos meses he estado enfermísima, he tenido gastritis, colitis, he estado muy fregada y tampoco vale la pena que yo me enferme.

¿ Se llevó muchos colerones?

No, no. Tal vez es la tensión nerviosa de que si las cosas no salen bien, como uno quisiera, entonces uno se pone medio fregadilla.

Parece que este Gobierno se caracteriza por un pulso entre los funcionarios aristas que quedaron y los que vinieron con la presidenta. ¿Usted coincide con eso?

Yo soy liberacionista, pertenezco al PLN desde que tenía 14 años.

En eso estamos claros. Pero, ¿ha notado ese pulso también?

(Se ríe) No te voy a decir nada. Eso es crueldad para mí; soy una liberacionista socialdemócrata.

¿Podríamos verla involucrada en política en el futuro? De la mano de don Rodrigo u otro candidato?

(Se ríe) Yo soy muy respetuosa de la ley. En la Defensoría hay una prohibición legal para participar en política.

Y si alguien se lo pidiese en el futuro, ¿regresaría al Gobierno?

Si las oportunidades se ven y son para llenar realmente el espíritu, porque le dan a uno oportunidad para trabajar por el bien de las personas, está bien.

Y ahora que se va, ¿cómo ve el panorama de la reforma fiscal? ¿Usted cree que el Gobierno pueda lograr su aprobación?

Yo estoy a favor de la reforma fiscal, el proyecto es integral. Las reformas al Código Tributario van a ir cerrando ciertos huequitos que tiene la legislación donde los mismos contribuyentes aprovechan para no pagar los impuestos como corresponden. ('). Además, la reforma a la renta y la reforma al IVA, transformándolo, y la ampliación de la base. Yo creo que eso haría que el país funcione muchísimo mejor.

¿Le parece buena la forma en que el Gobierno ha manejado el tema de la reforma tributaria?

Yo prefiero no contestarte eso.

¿Por qué así?

Porque no (sonríe).

¿Qué significa eso? ¿Usted tiene alguna diferencia o ve cosas en que se pudiese mejorar?

No, no. Yo creo que, que' eh, eh, eh' digamos, no, no, no, prefiero no contestar eso, prefiero no contestar eso. Como Ministerio de Hacienda, nosotros estamos llevando un proyecto, somos uno solo y como tal estamos vendiendo un proyecto en el que, por el fondo, yo estoy totalmente de acuerdo.

Pero no en la forma'

Tampoco te digo que es en la forma. Cada uno mata las pulgas como mejor puede. ¿No es cierto?

Cuando usted renunció, ¿don Fernando no le pidió que se quedara o que arreglaran el asunto?

Los dos somos buenos amigos y como buenos amigos que somos llegamos a un acuerdo de que yo renunciaba y listo. Cuando en un lugar hay diferencias, ¿qué te queda?

¿Resolverlas?

Hay diferencias y cuando hay diferencias uno se va.

Pero usted sí cree que la estaban tomando en cuenta en las grandes decisiones del Ministerio de Hacienda, ¿o no?

Sos un gran malo, ¿verdad?

Es una pregunta directa, sin necesidad de que me revele problemas internos...

Sí, sí, ahí está. Yo no necesariamente estaba participando en la toma de decisiones importantes. Diay, hay diferencias, ahí están.