Los electores que apoyaron a Fabricio Alvarado y a Lineth Saborío, en las elecciones nacionales del 6 de febrero, se volcaron ampliamente en favor del hoy presidente electo, Rodrigo Chaves, en la segunda ronda. Así lo revela una encuesta del CIEP divulgada este 4 de mayo.
Entre los votantes de Nueva República (PNR), el 80% apoyó al líder de Progreso Social Democrático (PPSD), mientras que hizo lo mismo el 77% de quienes optaron por la Unidad Social Cristiana (PUSC) en primera ronda.
Este comportamiento fue identificado por el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR), mediante una encuesta tipo panel, en la que consultó las posturas a un mismo grupo de personas a lo largo de todo el proceso electoral.
En el caso de los votantes de Eliécer Feinzaig y José María Villalta, el apoyo a Chaves no alcanzó niveles altos, como sí ocurrió con los fabricistas y los socialcristianos.
El grupo que prefirió al candidato del Liberal Progresista (PLP) en primera ronda se partió por la mitad en la segunda. Un 49% apoyó a Rodrigo Chaves y un 47% a José María Figueres, excandidato de Liberación Nacional (PLN).
En tanto, entre los votantes del Frente Amplio, la mayoría se inclinó por el liberacionista en la segunda ronda. Un 60% apoyó a Figueres y un 30% a Chaves.
Los frenteamplistas, a su vez, registraron el mayor porcentaje de personas que no apoyó a ningún candidato en el balotaje, con un 10%.
En cuanto a los votantes de primera ronda de Chaves y Figueres, el presidente electo logró sostener al 94% y el verdiblanco al 88%.
De hecho, el 11% de quienes respaldaron al PLN en febrero votaron por el PPSD en abril. A la inversa, la cifra fue de un 6%.
Voto anti-PLN
Según explicó el CIEP, el apoyo se dividió entre diversos candidatos que alcanzaron bajos porcentajes en la primera ronda, con lo que el apoyo final para Chaves es producto de caudal electoral plural y diverso.
“La victoria del PPSD se materializó a partir de la atracción del voto anti-PLN, es decir, de votantes que sufragaron por otras banderas políticas en febrero 2022, un factor que le permitió a Rodrigo Chaves revertir el resultado de la primera ronda. Dado que el voto del PPSD no es un ‘voto duro’, la coalición electoral ganadora de 2022 es igual o más vulnerable que las de 2014 y 2018″, dice el estudio.
“El estudio longitudinal de la intención de voto en 2022 mediante un panel de electores, a lo largo de cinco observaciones en el tiempo, fue la mejor herramienta para medir los frecuentes cambios de las decisiones de los votantes y, sobre todo, la dirección de esos cambios. Sin la aplicación de esta herramienta, no hubiese sido posible documentar las trayectorias del electorado en la elección más volátil de los últimos 65 años”, explicó el centro universitario sobre la investigación.
Las cinco mediciones fueron efectuadas en octubre, diciembre, enero, febrero y abril.
Para este último estudio, el CIPE efectuó 578 entrevistas telefónicas a costarricenses mayores de 18 años con teléfono celular, los días 5 y 6 de abril. Las entrevistas poseen un nivel de confianza del 95% y se estima un margen de error máximo de ±4.1 puntos porcentuales.