Una alfombra roja para Raúl Castro

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El presidente de Cuba, Raúl Castro, no desaprovechó su espacio en el arranque de la cumbre de los gobernantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), para fijar su posición y lanzar advertencias sobre el diálogo con Estados Unidos, el 17 de diciembre del 2014.

Este era su primer viaje desde el histórico anuncio conjunto con el mandatario estadounidense, Barack Obama, y, consciente de que la Celac respalda a Cuba en el reclamo contra el embargo económico a la Isla, urgió el retiro de este y aseguró que es un requisito para la normalización de relaciones diplomáticas con Washington.

Fue incluso un punto más allá, pues desde Costa Rica, al que nunca habían visitado los hermanos Castro después del triunfo de su Revolución, Raúl exigió la devolución del territorio de la base naval estadounidense de Guantánamo.

Desde Costa Rica, país al que La Habana ha acusado de ser un servidor de la política exterior de Estados Unidos, Castro celebró la nueva etapa con Washington, pero advirtió de que no permitirá que nadie presione y ni siquiera aconseje sobre los asuntos internos del Gobierno cubano.

Recordó también que hay fuerzas que intentan abortar el proceso anunciado con Obama, con el papa Francisco como gestor, y dijo que el gobernante estadounidense puede usar sus facultades para avanzar en medidas, sin depender de los congresistas.

En resumen, el anuncio del 17 de diciembre tampoco es para lanzar las campanas al vuelo. Este es el mensaje no literal del discurso de Castro, el primero en llegar a la cumbre y el anfitrión de la reunión del año pasado, a la cual asistió la presidenta Laura Chinchilla, poniendo fin a décadas sin visitas de gobernantes entre Costa Rica y la Isla.

Con el restablecimiento de las relaciones bilaterales, en 2009 (en el gobierno de Óscar Arias), se abrieron las posibilidades de visitas y del diálogo, que hizo posible a Costa Rica asumir la presidencia de la Celac en 2013, hasta hoy.

Los discursos de otros presidentes condenaron el embargo económico. Evo Morales, de Bolivia, y Daniel Ortega, de Nicaragua, sacaron su línea antiyanqui, como lo hicieron también en la cumbre en La Habana.

“No han renunciado a la idea de que América es para el yanqui”, dijo el nicaragüense.

Está previsto que la Celac emita hoy una declaración de consenso en respaldo al diálogo La Habana-Washington y de condena al mantenimiento del embargo económico, que ya cumple casi 55 años.