El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) hizo un llamado directo a 86 partidos políticos inscritos en los comicios municipales del domingo 7 de febrero para que eviten el juego sucio.
Por algo será. Por algo que el presidente del TSE, Luis Antonio Sobrado, no mencionó en su discurso de convocatoria a elecciones, pero que resulta fácil de intuir ahora que los partidos políticos están en su peor nivel de credibilidad ante la gente.
“Comportémonos a la altura” fue la frase con la que el magistrado Sobrado cerró el párrafo que dedicó a las agrupaciones políticas y a la necesidad de que se comporten con honestidad.
“Solo puedo llamarlos al respeto escrupuloso de las reglas de juego, al juego limpio, al juego honesto”, pronunció Sobrado en el auditorio del TSE, donde, dentro de cuatro meses, dará a conocer los resultados de la jornada electoral que servirá para nombrar a 6.069 autoridades municipales de los 81 cantones del país. Esto incluye alcaldes, regidores, síndicos, intendentes y suplentes.
Tal es la trascendencia que Sobrado trató de imprimir al que llamó el proceso electoral “más complejo de organizar”, debido a la cantidad y diversidad de cargos por elegir y de partidos en los 81 gobiernos locales. Será la primera vez que una elección municipal elegirá todos los puestos y que se realizará a mitad del cuatrienio de un periodo presidencial.
Sin presupuesto para voto electrónico y sin voto en el extranjero (no se aplica para autoridades locales), estas elecciones tienen además la característica de haber provocado una verdadera explosión de partidos cantonales, dada la facilidad legal para crearlos.
El llamado de Sobrado iba también para esas fuerzas locales que se miden en “cancha pequeña” con los partidos nacionales, los cuales ven este proceso como termómetro de los comicios presidenciales del 2018.
Llamado a votar. En medio de todo estarán los electores, esos que en procesos anteriores no han llegado ni al 30% de participación en las urnas.
Por eso, Sobrado no se quedó solo con su advertencia a los partidos, sino que dedicó buena parte de su discurso a animar a la ciudadanía a informarse, participar y votar en la elección de las autoridades más cercanas: son las que arreglan calles y parques cantonales (o deberían), las que recogen la basura, regulan el uso del suelo y las que cada vez más van alcanzando más potestades frente al Gobierno Central.
El lema “su municipalidad importa” es a su vez una manera de decir que, en la realidad, a muchos ticos no les interesa y por eso la abstención electoral a la hora de elegir autoridades locales.
Tampoco es responsabilidad total de los ciudadanos, subrayó Sobrado, quien dedicó parte de su discurso a abogar por un buen trabajo de la prensa, que “debe analizar con lupa lo que ofrece cada partido y su credibilidad”.
Esa vigilancia también recaerá en los ciudadanos, indicó Héctor Fernández, director del Registro Electoral del TSE, luego de anunciar que activarán la plataforma 800-ELECTOR para denuncias, sobre todo del manejo financiero de la campaña.
Las autoridades electorales están atentas a la posibilidad de que, por la necesidad de dinero para pagar los gastos proselitistas, los candidatos caigan en la tentación de recibir dineros indebidos o incluso plata sucia, de fuentes delictivas. Este riesgo es mayor en cantones costeros o fronterizos, con poca exposición ante mecanismos de control oficiales o ciudadanos.
La directora de la Unión Nacional de Gobiernos Locales, Karen Porras, admitió que habrá disparidad financiera entre partidos nacionales y los locales.