De niño quería ser piloto y ahora está al mando. El exdiputado del PAC, Sergio Alfaro, de 44 años, se estrenó ayer como ministro de la Presidencia en una reunión con diputados de su partido y, por unos minutos, con los de Frente Amplio. En una entrevista de 32 minutos fuera del despacho que hasta la semana pasada ocupaba Melvin Jiménez, este abogado alajuelense, nieto del expresidente Rodrigo Carazo, repasa las condiciones del vuelo que emprende en el gobierno de Luis Guillermo Solís, que inicia su segundo año.
¿Por qué aceptó?
Creo que tengo un deber y un compromiso con el presidente y además tenemos en el Partido Acción Ciudadana (PAC), desde hace muchos años, desde que se fundó, un compromiso político de impulsar una agenda de cambio y, ahora, desde el Gobierno, era mi deber hacer mi aporte.
¿Es un un sacrificio dejar la presidencia del INS para ser ministro de la Presidencia?
No lo veo así. Veo una acción coherente con lo que hemos dicho de dar lo mejor de nosotros para lograr los objetivos, y si el presidente me quiso aquí, pues desde acá sirvo.
Ahora está expuesto a mucha más presión y con la mitad de salario. ¿No es un sacrificio?
Gano menos y no soy una persona adinerada, pero el salario no es despreciable y espero que sea suficiente para mi responsabilidad familiar. Si hablamos de sacrificio, sería más bien familiar.
¿Cómo halla el terreno?
Tenemos un país más complejo que antes, con una Asamblea Legislativa con un diálogo difícil, aunque ha logrado algunos acuerdos importantes.
¿Su tarea más urgente?
Son tres: establecer diálogos con la Asamblea Legislativa lo más rápidamente posible, establecer mi equipo de trabajo y coordinar con sectores sociales.
¿Nombrará usted a sus propios viceministros?
Los que están, están bien, pero todo en política está siempre en revisión, incluido mi cargo.
¿Cómo es asumir la coordinación, vocería e interlocución de un Gobierno en cuya génesis usted no participó?
¿Por qué?
No participó en la campaña...
Sí, yo era miembro de la Comisión Política del PAC y si bien no estaba en el equipo activo, no fui ajeno. Haber sido partidario y conocer mucho al Partido me ayudará a hacerlo bien.
No estuvo en el equipo de campaña de don Luis Guillermo.
No fui parte del equipo de campaña. Yo fui partidario de don Luis Guillermo, pero mis ocupaciones privadas me dificultaron involucrarme.
¿De dónde lo conoce usted?
Vínculos académicos. La relación es buena, de mutuo respeto, sin ser amigos íntimos, pero nos tenemos respeto común.
¿Habría preferido entrar desde el inicio?
Todos al inicio tenemos dificultades normales. No voy a comparar ni a decir qué hubiera sido. Ahora hay un diálogo por mejorar y estamos en un momento ideal para mejorar ese diálogo. La transición al segundo año siempre abre la opción y es buen momento para tomar control.
¿Cree que es temprano aún?
Sí, faltan tres años. Es temprano aunque es hora de comenzar a mostrar sus logros; los hay y los expondremos el 1.° de mayo.
¿Cómo siente que se ha recibido su nombramiento?
Creo que hay una buena recepción, aunque nunca está todo el mundo de acuerdo. Hay una oportunidad especial para dialogar ahora que las fracciones (diputados) han mostrado apertura.
¿No es problema llegar con tan altas expectativas?
Eso siempre es un problema. A mayor expectativa, la gente espera resultados más rápidos. Espero poder hacer las cosas considerando esa expectativa.
¿Qué les dice a quienes se han arrepentido de votar por don Luis Guillermo o por el PAC?
Hay un Gobierno que tiene un año de trabajar y dará a conocer el grueso de sus acciones. En tres años vamos a dar lo mejor.
¿Es su llegada un cambio de rumbo del Gobierno?
Creo que no. El rumbo está en el Plan Nacional de Desarrollo y esa sigue siendo la guía. Habrá un cambio de estilo que empieza por el Ministerio de la Presidencia en algunas cosas. Una de ellas, tal vez de las más relevantes, es la relación con los comunicadores.
¿Qué cambios ve en la política desde que fue diputado?
Estuve en una Asamblea Legislativa distinta, marcada por la agenda de implementación del TLC. Hoy es mucho más complejo, con más actores y temas.
En el 2010 usted decía que la agenda del TLC violaba la Constitución Política. ¿Ahora?
Diay, la Sala Constitucional validó las decisiones legislativas de ese momento y nosotros respetamos la legalidad. Mis consideraciones de ese momento no fueron aceptadas en el sistema.
Entonces no hay que renegociar ningún TLC, como decían.
La realidad del mundo cambia y puede que pronto haya que renegociar ese u otros tratados, pero eso lo define Comercio Exterior. Creo que todavía es joven toda esa legislación, pero hay que seguirle el pulso a este tema.
¿Benefició al INS la apertura del monopolio ligada al TLC?
En números, hoy el INS vende más que cuando había monopolio. Bajó su cuota de mercado, pero mejoró sus ventas. Se expandió el mercado y sigue creciendo.
¿Qué siente cuando alguien llama “comunista” al Gobierno?
Pues no. Es una descalificación, como lo han hecho con el PAC y ahora con el Gobierno. Somos de centro costarricense, con mecanismos solidarios que en algunos ámbitos ven como comunistas pero que aquí son base de nuestra democracia, respaldada hasta por líderes liberales.
¿Cómo ha visto la presidencia legislativa de Henry Mora?
Henry ha hecho un trabajo bueno y está por cerrar su periodo. En este proceso (elección en 1.° de mayo) son los diputados los que hacen valoraciones y el Ejecutivo da un acompañamiento e impulso de ideas o de agenda.
Pero ya hoy hablaron de eso.
No. Hoy fui a ponerme a las órdenes de diputados del PAC y pasé a saludar al Frente Amplio.
¿Por qué el primer partido opositor fue Frente Amplio?
Ellos me abrieron hoy un espacio inmediatamente.
Dijo José María Figueres que este es un gobierno del ‘FAC’.
No, los acuerdos son con diversos grupos y no solo con un partido. Lo usual en Costa Rica.
¿Qué de (su abuelo) Rodrigo Carazo tiene usted?
Me gustaría tener muchas cosas. Tengo una buena relación con la familia y trato de no verme como “el nieto de”. Soy Sergio Alfaro y tengo mi particular forma de ver en el mundo. No hay repeticiones. Rodrigo tuvo gran habilidad para la política y fijar posiciones claras, pero quiero ser yo.
Dicen que usted tiene de él la sonrisa, que no es poco.
Creo que Rodrigo logró lo que logró no con la sonrisa, sino con un trabajo grande de años.
¿Es don Víctor Morales Zapata un diputado del PAC?
Él es diputado, aunque la fracción del PAC y él tienen un alejamiento. Es un tema en el que el Ejecutivo no debe intervenir.
Pero hay que considerarlo...
Por supuesto. Igual que hay que considerar muchas otras situaciones. Es una Asamblea Legislativa muy compleja y todos los diputados son importantes.
¿Es él oficialista?
Ha tenido una función importante hasta el momento, pero depende de cómo entendamos eso de ser oficialista.
¿Qué aporta Ottón Solís?
Él es un líder en el PAC y tiene ideas con las cuales se fundó ese partido y tiene mucho qué decir sobre el Gobierno. Él aporta ideas y mucho coraje. Eso es un valor.
Sabe que usted pudo haber sido diputado junto a ellos...
Tengo total tranquilidad con lo que pasó durante la campaña electoral. Ahora sirvo al país desde donde el presidente me pidió. Cualquier cosa que pasara en la campaña, ahí quedó.
Usted fue uno de los primeros en firmar el proyecto de sociedades de convivencia para parejas del mismo sexo. ¿Lo impulsará ahora junto al proyecto de fertilización ‘in vitro’ (FIV)?-
Son temas de discusión profunda. Hay posiciones claras de la campaña que están vivas, pero son temas no pacíficos y no se pueden imponer a golpe de tambor. Hay que hacer labor de convencimiento con los diputados.
¿Si se votara ahora pasarían?
Estaría difícil que siquiera llegaran a votación. Algunos diputados están impidiéndolo.
¿La relación con la Iglesia está bien o hay que mejorarla?
Tengo que sentarme a hablar con la iglesia Católica y otras iglesias. No es la única.
¿Apoya el Estado laico?
Yo firmé un proyecto de ley para hacer un Estado laico y creo que es la opción adecuada, pero eso lo definen los diputados.