"Los pactos son para cumplirlos". Con esta breve frase el excandidato presidencial del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Miguel Angel Rodríguez, desafió ayer al presidente de la República, José María Figueres Olsen, a cumplir con los puntos pendientes de los acuerdos que lograron entre mayo y junio de este año.
Tras tal aseveración, afirmó que la delegación de su partido en el Congreso no tramitará las iniciativas propuestas por el Gobierno hasta tanto los proyectos de garantías económicas y transformación del Servicio Nacional de Electricidad (SNE) no hayan sido votados favorablemente.
Las declaraciones del político se dan al cumplirse poco más de cinco meses desde que Figueres y la oposición --el 12 de junio último-- acordaron tramitar un grupo de iniciativas.
El dirigente fue entrevistado ayer al mediodía por los periodistas Eduardo Ulibarri, Marcela Angulo, Edgar Fonseca, Armando Mayorga y Mauricio Martínez, así como por Dixie Mendoza y Rónald Matute. A la cita acudió en compañía de Astrid Fischel y Claudio Gutiérrez.
A la par de la exigencia en el cumplimiento de los acuerdos con su partido, Rodríguez coincidió con el expresidente de la República, Oscar Arias Sánchez, quien en la última semana clamó por vender activos del Estado para poder aliviar la deuda interna del país.
A continuación un extracto de los principales puntos tratados durante 2:25 horas de entrevista.
--¿Cómo ve usted el rumbo que sigue el país?
--Me parece que si no hubiéramos hecho eso --llegar a acuerdos con el Gobierno-- habría 100 mil desempleados más, el tipo de cambio estaría a ¢500 y la gasolina en ¢200; tendríamos un costo de vida desenfrenado, la carencia de dólares y dificultades para importar lo esencial. Desdichadamente, el manejo que se ha tenido de las cosas ha sido insuficiente pues lo que se hizo fue aprobar lo que nosotros pedimos en 1993; se aplicó nuestro programa de ese año y solo se le adicionaron los nuevos impuestos.
"En abril se rompieron las expectativas negativas, pero han resurgido, y el país se encuentra en una fase negativa, pesimista, de recesión, contracción de la inversión, y en medio de esto se provoca algo más serio y es que no se da una visión hacia adelante, en un gobierno que no puede ponerse de acuerdo con su fracción y que no puede hacer un planteamiento al país pues deja de cumplir la responsabilidad que le toca: gobernar."
--Las manifestaciones de los últimos días de la fracción liberacionista y el Gobierno con respecto a privatizaciones, ¿van en contra de la dirección de los cambios acordados?
--Nada hacemos conque se aumenten los impuestos o se mejore su cobro, con la aprobación de la Ley de Aduanas, si al mismo tiempo no se controla el gasto público. El gasto, según el presupuesto para 1996, demuestra que no se tiene un ánimo de contención, de moderación. Más de ¢5 mil millones en partidas específicas, inmensos gastos superfluos por más de ¢5 mil millones, al mismo tiempo que desde 1993 se ha triplicado la deuda interna.
"Ahora lo que tenemos que hacer es seguir exigiendo la aprobación de lo acordado. Los pactos son para cumplirlos, y con toda claridad el Gobierno está en la obligación de cumplir con la aprobación del proyecto de garantías económicas. Tenemos que aprobar la nueva autoridad reguladora de servicios públicos y es indispensable que le hagamos presión al Gobierno y que se apruebe. No podemos seguir en otras cosas mientras no se apruebe lo que ya está contratado, lo que era un pacto.
"¿Cómo vamos a hablar de más cosas si ni siquiera se ha cumplido lo que se tiene que cumplir? ¿Quién le da crédito al que no cumple los pagos de lo que se le vendió? Tiene que pagar primero."
--¿Cómo harán cumplir al Gobierno?
--Un gobierno siempre necesita un acuerdo básico con el pueblo. Un gobierno que no cumpla sus compromisos es un gobierno que no merece el más mínimo respeto de los ciudadanos. Si no se tiene ni el mínimo de los respetos porque no se cumple con las obligaciones contraídas no tendría ninguna base mínima para sostenerse en el ejercicio del Gobierno y no me imagino que el PLN haga eso a 30 meses de concluir.
"Estoy convencido de que ellos van a cumplir, pero tenemos que hacer presión. No se llegará a ningún acuerdo sin cumplir el anterior."
--Ahora se van a ver forzados a presionar al Gobierno. ¿Qué opciones tienen?
--La opinión pública es nuestro recurso, el único. Su presión mueve al Gobierno y es un recurso muy poderoso y tenemos que ser cuidadosos porque no podemos desestabilizar al Gobierno. Nosotros no podemos ser cogobierno, ni podemos ser una oposición obstruccionista.
"Pero nuestra estrategia será de responsabilizar al Gobierno de que gobierne, al Partido Liberación Nacional (PLN) de lo que hace el presente Gobierno, al Gobierno de su incumplimiento de los compromisos de campaña, del deterioro de los programas sociales, de la falta de capacidad para conducir el gobierno, de la necesidad de que se reestructure, de que cambie sus cuadros, de que le dé una nueva cara al país, responsabilizarlos por el desastre que tenemos en la situación económica, la falta de estímulos, de la contracción y la mala conducción de la política económica."
--Fuera de los proyectos pactados, ¿pretenden presentar algún otro tipo de proyecto en reforma de Estado o privatizaciones?
--Eso sería condenar al fracaso esos proyectos. Con un gobierno que no tiene el apoyo de su fracción y que se encuentra a una oposición que dice lo que se debe hacer, lo que vamos a tener es una unión de la fracción y del Gobierno para oponerse y así ni se avanza ni se convence al país de lo que es bueno.
--Ahora viene la avalancha de los proyectos del pacto para modificar la situación de varias instituciones públicas.
--Ninguno de esos proyectos tiene el menor chance de que se le permita avanzar en el Congreso si no se han cumplido con los otros proyectos. Primero, porque la dinámica de los acuerdos era que eso debía ser aprobado, y segundo, porque los proyectos que se ha presentado están tan mal elaborados que, técnicamente, no sirven para resolver ninguno de los problemas; son de una magnitud tan pequeña que no tienen ninguna consecuencia en la reforma del Estado.
--Usted perteneció a la administración anterior que ha tenido varios escándalos. ¿Qué dice de eso?
--Yo hubiera procedido igual. Lo recomienda una persona que dirigió el servicio diplomático y la carta la lleva otro gran dirigente de oposición en ese momento. Lo que reflejan esos nombramientos es, en parte, lo que podemos llamar una debilidad del expresidente Rafael Angel Calderón, de ser muy caballeroso frente a la solicitud de dirigentes de la oposición.
"Creo que debemos ir a una solución de fondo, que es la profesionalización del sistema. Todo puesto de embajador lo pasaría por el Congreso, para que ellos lo aprueben y se haga la investigación ante los ojos del pueblo, dejando alguna capacidad de nombrar algunos embajadores políticos.
"Deberíamos llegar en el nombramiento del Servicio Exterior a aplicar el mismo procedimiento que con el nombramiento de la Fuerza Pública: 25 por ciento cada administración en los siguientes cuatro períodos. Mi primer decreto en el ejercicio de la Presidencia de la República sería destituir a todos los embajadores ad honórem y revisar, uno por uno, su situación."
En elecciones de 1998
PUSC presagia triunfo contundente
Pese a que no se arriesgó a señalar quién será el candidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN) para 1998, echó apuestas a que el Partido Unidad Social Cristiana ganará las próximos elecciones con una cifra superior al millón de votantes.
Tal afirmación fue formulada ayer por Miguel Angel Rodríguez, a la vez que ratificaba la supremacía del expresidente de la República, Rafael Angel Calderón, como líder de su partido.
Pero los vaticinios políticos no se quedaron en el resultado de las próximas elecciones, ya que apostó a que su partido permanecerá en el Gobierno en los primeros comicios del próximo siglo.
Cuando se le preguntó si es precandidato respondió que no estaba en la lucha interna en pos de la Presidencia de la República, pero que tenía una gran responsabilidad por el apoyo mayoritario --con el que afirma contar-- dentro de su partido, frente a otras posibilidades electorales.
En el PUSC se cita el nombre del exministro de Seguridad Pública, Luis Fishman, como eventual contendor en la lucha interna. Hasta el momento, solo el exministro de Obras Públicas, Guillermo Madriz, se ha postulado oficialmente.
"La Unidad es la que va a ganar la próximas elecciones con mucha fuerza. Será el primer partido político en la historia del país que logre más de 1 millón de votos y quedará con tanta fuerza que ganará por 10 años", afirmó Rodríguez ayer al mediodía.
El dirigente aseguró que el sistema de partidos políticos costarricense se mantendrá inalterable mientras exista el sistema de elecciones actual, y no encuentra que se pueda generar una tercera fuerza electoral.
Explicó que los partidos políticos deben someterse a ajustes dentro de un proceso constante de transformación de la sociedad, del que no pueden aislarse.
Con respecto a la lucha interna por la candidatura presidencial dentro del PLN, Rodríguez dijo que no se encuentra claramente definido a un candidato en las filas contrarias.
Afirmó que el abogado José Miguel Corrales tiene una ventaja pero no una mayoría; que el presidente del PLN, Rolando Araya, aumentó sus caudal en el ejercicio de ese cargo, y que el excandidato presidencial en las elecciones de 1990, Carlos Manuel Castillo, tenía todavía un apoyo a su favor.
También citó a los diputados Wálter Coto y Antonio Alvarez --a quienes sigue la pista--, de los que dijo que no dejan de ser una alternativa en las filas verdiblancas por tomar en cuenta. Asimismo, los nombres del ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Naranjo, y del ministro de Educación, Eduardo Doryan, tendrían problemas por su relación con el Gobierno.
Rodríguez dijo que su partido debe sentirse orgulloso pues esta era la primera vez en que --según los sondeos de opinión pública-- tiene un caudal electoral mayor que el PLN. Recordó que, tradicionalmente, su partido ha contado con el respaldo de entre 22 y 29 por ciento de los electores fuera del proceso electoral y que ahora están entre 32 y 37.