Rodolfo Piza, candidato a la presidencia de la Unidad, no descartó que la expresidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), María del Rocío Sáenz, tenga una participación en un eventual gobierno suyo.
Este miércoles, la doctora asistió a la presentación del plan de gobierno del candidato del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC).
"Yo espero que ella nos ayude en algunas tareas de gobierno", reconoció el candidato, quien no precisó en cuál cartera le gustaría colocarla.
Sáenz fue presidenta de la CCSS durante la actual administración de Luis Guillermo Solís, sin embargo, presentó su renuncia en junio del año anterior, a petición del presidente de la República.
Solís le solicitó la salida luego de que ella votó a favor del aumento de un punto porcentual en la cotización de los trabajadores al régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Sáenz, además, fue ministra de Salud en el 2002, durante la administración socialcristiana de Abel Pacheco.
Pese a la admiración que mostró por la expresidenta de la CCSS, Piza indicó que no compartía la forma como la Junta Directiva de la Caja tomó la decisión de aumentar la cuota obrera.
“Es una persona muy cercana, la respeto mucho, tomó una decisión muy valiente (la del aumento de la cuota), yo hubiera preferido un modelo más gradual, yo se lo conversé a ella, pero ella tomó una decisión valiente” , dijo Piza, en una conferencia posterior a la presentación de su plan de gobierno.
En esta ocasión, Sáenz no fue parte de los equipos que elaboraron las propuestas de campaña.
Sostiene decisión
"Don Rodolfo no me ha ofrecido nada", dijo la exfuncionaria, quien no descarta reaparecer en la esfera política.
"Habría que ver qué se plantea en su momento, estoy satisfecha con el trabajo académico, uno siempre es muy prudente y uno nunca debería decir nunca, Ahora, lo que he hecho es aportar conocimiento con varios grupos y redes a nivel mundial", indicó.
Sobre la decisión que adoptó en aquel momento y que le costó su puesto, Sáenz no lamenta haber dado ese paso, pero reconoce que se requieren mayores esfuerzos para sostener el régimen. "Sigo pensado que era necesario, me sentí en el deber y la obligación y me pesó mucho el juramento que uno asume en el cargo público", dijo.
"Sé que son medidas impopulares", reconoció.
"Habían estudios que demostraban clara y contundentemente que se requieren ajustes periódicos. La medida de corto plazo iba en la dirección correcta, pero no es el tratamiento definitivo al tema de pensiones, es una medida paliativa, queda un aire para que se puedan sentar y revisar en mayor detalle las medidas de largo plazo", dijo la exfuncionaria.