Rodolfo Hernández no mencionó a los ‘puñales’, pero siguen las peleas en el PUSC

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Sin aludir de manera directa la carta con duras denuncias que publicó el día de su renuncia efímera, el político Rodolfo Hernández volvió a ponerse la gabacha de candidato consciente de que su Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) es un campo de batalla entre corrientes internas.

Hernández evitó mencionar los nombres de quienes, según él, lo han traicionado dentro del PUSC y tampoco explicó el proceso de su retorno a la candidatura. Sin embargo, dejó clara la discrepancia con la cúpula formal de la agrupación, al punto de pedir a todos sus miembros que se vayan ahora, a cuatro meses de las elecciones del 2 de febrero.

La lucha entre tendencias internas sigue vigente en el partido, como aceptó ayer Marvin Herrera, miembro del comando de campaña y de la tendencia calderonista, en la que se gestó el apoyo inicial para la candidatura de Hernández.

Días ates del jueves, cuando renunció de manera temporal Hernández, cuatro altos dirigentes anunciaron su distanciamiento por diferencias con el manejo de la campaña; se trata de Jorge Guardia, Gonzalo Fajardo, Danilo Chaverri y Rolando Laclé.

La campaña en el PUSC está en manos del comando que rodea a Hernández, pero también del Comité Ejecutivo del partido, en el que destacan la figura del presidente Gerardo Vargas, y del secretario general, William Alvarado.

Estos dos dirigentes son también candidatos a diputados, cargos a los que aludió Hernández en la carta de renuncia, al quejarse de que ellos solo quieren llegar al Congreso “aunque al partido se lo lleve el diablo”.

Tras dos días aparentemente retirado de la candidatura, Hernández evitó referirse en concreto al paisaje de traiciones y matráfulas que escribió en su carta del adiós efímero, titulada “La motivación se fue de viaje”.

Si no ocurre algo distinto, Hernández se inscribirá antes del 18 de octubre como candidato oficial del PUSC ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para las elecciones del 2 de febrero, cuando se podrá conocer si los electores premiraron o castigaron este episodio de la agrupación rojiazul.

Hernández será cabeza de una papeleta que ahora debe buscar una candidata para el puesto de la primera Vicepresidencia de la República, dado que la ambientalista Mónica Araya sí mantiene su decisión de renunciar a ese cargo. El otro aspirante a una vicepresidencia, Rodolfo Piza, sí continúa, pero Araya ratificó ayer su distancia.

“Renuncié este jueves porque quien me trajo fue él (Hernández) y él había renunciado. Se publicó una carta potencialmente histórica para la política de este país y se deben buscar sanciones. Ese día acabó mi paso por la campaña”, respondió ayer a este diario.

Araya evitó opinar sobre la manera en que Hernández decidió retomar la candidatura.