Puentes colapsados entre Zapote y cuesta de Moras

Soley era un nexo y ahora buscan a un sustituto; Jiménez también está limitado

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Como si hubiera pasado un huracán que hizo colapsar puentes y caminos, la Presidencia topa ahora con grandes dificultades para impulsar una relación con los diputados, la que, de por sí, nunca ha sido fácil.

En esto coinciden los jefes de la mayoría de bancadas de la Asamblea Legislativa después de haber dedicado toda la primera semana diputadil de este año a discutir sobre la controversial reunión del 6 de enero entre la procuradora Ana Lorena Brenes y el viceministro, Daniel Soley, quien renunció por este caso.

Sin Soley, quien se encargaba de la relación con la mayoría de fracciones, la responsabilidad recae de momento en el ministro de la Presidencia, Melvin Jiménez, a quien algunos diputados también cuestionan y cuya renuncia piden.

Aunque ya antes había insatisfacción con la labor de Jiménez entre una parte de los congresistas, esta empeoró tras el manejo que dio a este caso.

Además, algunos legisladores consideran que aún no están claros los detalles de la conversación de Soley con la procuradora Brenes y si él actuó por cuenta propia o no.

Uno de los que no tienen claro el panorama es Gerardo Vargas, jefe de la bancada de Frente Amplio, aliado del partido oficialista en la conducción de la Asamblea Legislativa.

“Lo que ha pasado es un golpe muy duro para el Ministerio de la Presidencia. Deben replantearse muchas cosas para volver a tener margen de maniobra política y poder impulsar los proyectos de la administración Solís”, concluyó Vargas.

Los diputados están ahora, y hasta mayo, en periodo de sesiones extraordinarias, en las cuales la agenda la centra el Poder Ejecutivo, lo que exige una coordinación aún mayor entre Zapote y cuesta de Moras.

La jefa de los diputados del Partido Acción Ciudadana (PAC), Emilia Molina, admite que las relaciones están lesionadas, pero lo relativiza. “Como todas las relaciones, en algún momento se lesionan por acontecimientos como este. Estamos en la mejor disposición de componerlas. Estamos trabajando don Henry (Mora, presidente del Congreso) y yo como jefa. Aquí lo más importante es hacer avanzar los proyectos”.

Molina también espera que el Gobierno defina pronto quién sustituirá a Daniel Soley, que “no debió haber renunciado”, dijo ella el viernes. Ayer añadió: “Don Daniel tenía una presencia más permanente para conversar con todos con gran capacidad. Lamento que se haya ido”.

Para Juan Luis Jiménez Succar, vocero del Partido Liberación Nacional (PLN), esa dimisión significa poco, pues tenían vetado a Soley a pesar de ser liberacionista. Ellos, desde un principio, pidieron diálogo directo con Jiménez o con Solís.

Ahora también lo ve complicado. Cree que Jiménez no tiene el clima a favor para tomar el teléfono y llamar a cualquier diputado para negociar proyectos, como si nada hubiera pasado. “El margen político se le acabó como ministro”, consideró Succar, aunque dijo que tendrán más claridad el jueves, cuando la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Públicos entregue un informe de lo investigado sobre el caso de Soley.

Consultado sobre Melvin Jiménez, el diputado Ottón Solís evitó evaluarlo. “El presidente es quien sabe por qué sirve don Melvin. Es su empleado directo y, si lo tiene, debe ser que le sirve mucho”, comentó.