Propuesta de Fabricio Alvarado obligaría al Banco Central a elevar la inflación

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Una propuesta del candidato presidencial Fabricio Alvarado, para reducir la deuda del Gobierno, obligaría al Banco Central de Costa Rica (BCCR) a emitir dinero sin respaldo y, en consecuencia, a golpear el costo de la vida medido por la inflación.

Además, la medida no aportaría mayor beneficio para las finanzas públicas, pues significaría un aporte minúsculo dentro de las obligaciones del Ministerio de Hacienda.

Así lo explicaron el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero; el exjerarca del BCCR, Rodrigo Bolaños (2010-2014); y el economista Alberto Franco.

“Quien diga eso (la propuesta) no puede decir que es un economista, o no entiende, o se está haciendo el tonto”, concluyó Rodrigo Bolaños.

El plan de Fabricio Alvarado propone una ley para que el Banco Central traslade al Ministerio de Hacienda, durante cuatro años, el dinero que las entidades financieras le deben pagar por la intermediación cambiaria, el cual equivale a un 25% de la comisión cobrada a quienes transen moneda extranjera.

Literalmente, el plan de gobierno propone “autorizar el uso del monto de la recaudación diaria del cobro por participación en el mercado cambiario costarricense (25% del margen de intermediación cambiario), la cual es realizada por parte del BCCR a las instituciones del sistema financiero, para el financiamiento del pago de intereses por deuda interna”.

Consultado sobre esta propuesta, Fabricio Alvarado dirigió las consultas al coordinador de su equipo económico, Juan Manuel Tirado, quien afirmó que este dinero es un ingreso “extraordinario” del Banco Central, por lo que no se estaría desfinanciando ningún programa.

“Son ingresos del BCCR, no afecta al BCCR porque es un ingreso que recibe por el intercambio de monedas; no lo tiene calculado, sino que va a futuro. Es un ingreso extraordinario, no va a afectar el funcionamiento del BCCR”, argumentó Tirado.

Sin embargo, el presidente del Central, Rodrigo Cubero, explicó que estos recursos son fundamentales para el Banco y que, de no recibirlos, la entidad se vería obligada a emitir dinero para pagar sus gastos de su operación, lo cual generaría un efecto negativo sobre la inflación.

“Es desvestir a un santo para vestir a otro, que es básicamente pasarle esa plata a Hacienda para tratar de financiar Hacienda y dejar desfinanciado al Banco Central y, entonces, sería aplicarle un impuesto a la población vía inflación, que es un impuesto altamente regresivo porque los pobres son los que tendrían menos capacidad para defendersecontra los flagelos de la inflación. Es una pésima idea por donde quiera que se le vea”, señaló el jerarca.

Por su parte, el economista y exdirector del Banco Central, Alberto Franco, argumentó que la medida atentaría contra la meta de mantener una inflación baja y estable.

“Una emisión de dinero desordenada o sin fundamento técnico sólido, puede alterar la valoración que hacen los participantes en la economía sobre la calidad de las políticas del Banco Central, y, por ende, poner en riesgo las expectativas y el cumplimiento de sus metas de inflación”, indicó el economista.

Cubero agregó que este ingreso ha sido una medida fundamental para la recuperación del Banco que, desde la década de los 80, arrastra un déficit financiero por asumir las pérdidas de empresas estatales de ese entonces.

“Es una pésima idea. Para poder financiar sus operaciones, el Banco Central tenía que emitir y eso lo obligaba después a captar y la captación era a tasas de interés muy altas y esas tasas de interés le generaban pérdidas y esas perdidas, al final, también las financiada con emisión.

“Entonces, era un círculo vicioso que, con mucha disciplina presupuestaria y con medidas como esta que están autorizadas por la ley, se ha ido reduciendo el déficit. Y eso ha logrado ir reduciendo la tasa de inflación, eso ha sido una medida fundamental para la conquista de la inflación”, explicó Cubero.

En la misma línea se pronunció Rodrigo Bolaños, quien aseguró que esta propuesta es una forma secreta de poner al Banco a sacar billetes con el mismo efecto explicado por Cubero.

“Si le quitan ese ingreso al BCCR, es una forma indirecta de resolver con emisión de dinero, es querer esconder lo que realmente están haciendo, que es emitir dinero. No es ninguna solución porque no están creando recursos nuevos, sino emisión del BCCR”, explicó Bolaños.

El economista Alberto Franco agregó que la propuesta no tiene ningún valor agregado, ya que aunque financiaría al Ministerio de Hacienda, la medida no modificaría el resultado financiero global del sector público general al obligar, precisamente, al BCCR a buscar recursos por otros mecanismos sin tener nuevos ingresos.

Estimación

Tirado, asesor de Fabricio Alvarado, indicó a La Nación que la medida le permitiría a Hacienda captar de $1 millón a $2 millones por día, es decir, entre $365 millones y $730 millones anuales. Sin embargo, esa cifra estimada está muy por encima de lo que el BCCR recauda con esta comisión.

Según el presupuesto presentado por el BCCR para el 2022 a la Contraloría General de la República, los ingresos provenientes de la comisión cambiaria equivalen a $56 millones anuales. El monto equivale a una tercera parte del presupuesto operativo del BCCR.

Aunque para el Banco Central representa una fuente importante de ingresos, para el Gobierno Central es apenas una fracción de lo que requiere mes a mes para pagar la deuda pública.

Solo en el 2020, el Gobierno tuvo que pagar $2.680 millones en intereses y $2.690 millones en amortización.

Actualmente, la deuda pública equivale a $42.587 millones, equivalentes al 69,8% del producto interno bruto (PIB).