Presidente y oposición chocan por plan para ponerle tope al gasto público

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La creación de una regla fiscal que le ponga tope al gasto del Gobierno Central enfrenta al presidente Luis Guillermo Solís con el bloque de seis fracciones opositoras que impulsa el proyecto de ley.

Este martes, Solís rechazó la creación de la regla fiscal que pretende impedir que exista el déficit primario —la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno, sin contar intereses por la deuda pública—.

Los opositores incluyeron esta iniciativa dentro de un paquete de medidas para recortar el gasto que acordaron tramitar por la vía rápida legislativa (regulada por el artículo 208 bis del Reglamento Legislativo) como parte de las negociaciones que permitieron la llegada del liberacionista Antonio Álvarez Desanti a la presidencia del Parlamento, el pasado 1.° de mayo.

Pero, según Solís, su Gobierno se opone a que esa iniciativa goce de un trámite rápido hasta tanto no sea consensuada con diversos sectores, por ser “socialmente perniciosa”.

En una carta enviada este martes a Álvarez Desanti, Solís afirmó que el plan de la oposición exigiría un recorte de ¢972.000 millones que provocaría el despido de 55.000 empleados del Gobierno Central, más de la mitad de ellos maestros.

“Para ajustar esa cifra de forma genérica, habría que recortar algo cercano a ¢348.000 millones en el Ministerio de Educación (...) en otras palabras, un retroceso de siete años en financiamiento educativo”, advirtió Solís.

Pero Gerardo Vargas, jefe de fracción de la Unidad Social Cristiana (PUSC), dijo que las alarmas y las cifras publicitadas por el gobernante son falsas.

“Al menos le pido al Gobierno que se lea los proyectos. No sé quién le habrá dicho al presidente que queremos 60.000 despidos”, recalcó el rojiazul.

Otto Guevara, jefe de los diputados libertarios, afirmó que es el propio Solís quien alimenta la confrontación social al condenar una iniciativa que se debatiría durante seis meses con todos los sectores involucrados.