¿Cómo explica la reacción tan contundente de los asambleístas del Partido?
Fue una reacción colectiva ante manifestaciones no afortunadas de Barrantes de lo que él cree sobre el partido que hizo presidente a su amigo don Luis Guillermo (Solís).
¿Manifestaciones? La moción aprobada habla de acciones que contradicen la ética.
El leitmotiv de Acción Ciudadana va con evitar esos conflictos de interés tan marcados. La asamblea cree que se están prestando oídos sordos y él dice que eso es problema del Partido.
¿Cree que don Luis Guillermo atenderá esta petición que le hace el Partido?
Mi esperanza sería que don Luis Guillermo atienda esta manifestación y conteste a tono con lo que se le pide de manera respetuosa.
Hoy (ayer) se analizó también el informe de finanzas electorales. Cree que en esta decisión incide en algo el discurso de autoridad frente al hecho de que don Iván Barrantes fue consultor en la campaña a un costo de ¢111 millones?
El Partido no estaba acostumbrado a esta inversión de recursos en una campaña y de repente se encuentra a la altura de otros partidos políticos y que eso, se dice, fue necesario para ganar.
Se escucharon también críticas de algunos asambleístas al Gobierno.
Lo que ahí se dijo es que hay que escuchar más a personas cercanas a la estructura de Acción Ciudadana, sean nacionales o más locales. Sabemos que este no es un gobierno de partido, pero sí que hay una promesa con instancias ciudadanas. Está claro que hay impaciencia de algunos sectores.
¿Cómo explicar el discurso de voluntariado y mística del PAC frente al pago de tales montos, con más de ¢4.000 millones para redimir con deuda política?
Hay asombro en estructuras tradicionales porque se cayó en esa circunstancia y porque el estratega está acostumbrado a un estilo de vender Coca-Cola. Sí, eso es un batacazo para algunos de Acción Ciudadana. Me hubiera encantado ganar (las elecciones) gastando menos de la mitad, pero no ocurrió así.