Aunque continúa como la presidenta peor calificada de los últimos seis gobiernos, Laura Chinchilla se encamina a cerrar su gestión con una leve mejoría en su imagen.
Las opiniones positivas sobre el desempeño de la mandataria aumentaron a 23 de cada 100 personas en enero, contra 17 de cada 100 registradas en noviembre.
Mientras, los criterios desfavorables continúan siendo mayoritarios, pero bajaron a 70 de cada 100 consultados; seis puntos menos respecto a la medición anterior.
Así lo refleja la última encuesta de la empresa Unimer para La Nación , que se basa en 2.469 entrevistas personales realizadas entre el 6 y el 12 de enero, en todo el país.
Ese estudio tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
El ministro de Comunicación, Carlos Roverssi, dijo que varias consultas de opinión generaron resultados similares. Agregó que ello obedece a que en el último año el Gobierno ha logrado informarle a los costarricenses de sus obras, algo que no fue posible en el pasado.
“Estamos en la etapa de cerrar proyectos y en las comunidades la gente empieza a ver que las obras son una realidad”, destacó.
Lastre. El ministro reconoce que Chinchilla aún arrastra el peso de casos polémicos, y en su opinión, mal manejados, como la construcción de la trocha fronteriza, el viaje a Perú en el avión de un polémico empresario, así como el desgaste por el fallido plan fiscal.
Pese a la leve mejoría en la reciente medición, Chinchilla mantiene la peor nota otorgada a un mandatario por parte de la ciudadanía. El 59% de los costarricense califica de mala o muy mala la gestión de la gobernante y solo un 14% la ve positiva.
Dos meses atrás, en noviembre, el 61% de ciudadanos le daba valoración negativa, mientras el 10,5% la calificó de buena o muy buena.
En términos generales, los ticos ven ligeramente mejor el Gobierno de Chinchilla, aunque la recuperación de la credibilidad es mínima. Así lo refleja el índice de confianza del gobierno, el cual se presenta en una escala de medición de 0 a 5. Este combina varios indicadores: calificación del gobierno, eficiencia en el gasto público, conocimiento para resolver problemas, si gobierna para todos y el nivel de corrupción.
En enero el índice subió a 0,77, luego de haber tocado fondo en noviembre cuando se ubicó en 0,67, el más bajo desde que se cuantifica.
Una de las variables sin mejoría es la percepción de los costarricenses de que el Gobierno es ineficiente en el manejo del gasto público. Esta opinión la mantiene el 51% y solo 1% ve eficiencia en el gasto.
El Ministerio de Hacienda divulgó que la diferencia entre los ingresos y gastos del Gobierno Central alcanzó un monto equivalente al 5,4% de la producción en el 2013.
Aunque la recaudación de Hacienda creció a un monto equivalente al 13,3% de la producción, no fue suficiente para cubrir los crecientes gastos, que subieron 14%.
Roverssi reconoció que el asunto del gasto sigue siendo una piedra en el zapato. “La gente piensa que el dinero se gasta en viajes, fiestas o consultorías, pero esos rubros se recortaron al máximo. El mayor peso del gasto es la planilla”, dijo.