La severa sanción que la Asamblea Nacional del Partido Acción Ciudadana (PAC) le impuso al diputado Víctor Morales Zapata, en enero del 2014, no tenía fecha de caducidad.
Sin embargo, la presidenta del Comité Ejecutivo de la agrupación, Margarita Bolaños, afirmó que el destierro al que fue sometido el legislador ya caducó.
“Lo que pasa es que la asamblea no puede, no lo expulsa. Lo que dice en la resolución, a la fracción legislativa (que iniciaría labores en mayo del 2014), es que recomienda no elegirle y en caso de que se elija, que la fracción considere no incorporarlo”, explicó Bolaños.
La jerarca reconoció que la asamblea “no le puso fecha” pero afirmó que la decisión “no se mantiene vigente; ahora es una decisión de la fracción, creo yo. Nosotros lo entendemos así”.
Este sábado, al inicio de la sesión de la Asamblea Nacional, Bolaños informó sobre una carta de la legisladora Emilia Molina, en que pide al máximo órgano partidario permitirle a Morales Zapata incorporarse como miembro pleno de la fracción legislativa oficialista.
No obstante, la decisión de la asamblea fue evadir, nuevamente, la discusión sobre el futuro del congresista.
El 7 de setiembre, el diputado se presentó a la reunión de la bancada del PAC y pidió un asiento permanente, pues adujo que el castigo del Tribunal de Ética interno, en firme desde agosto del 2014 y que implicaba un año de suspensión de su militancia, ya llegó a su fin.
En contra estuvieron Franklin Corella y otros legisladores, quienes prefieren que la Asamblea Nacional y la Comisión Política del PAC emitan un criterio antes de que se tome la decisión.
¿Y la expulsión? El 12 de enero del 2014, la asamblea partidaria emitió un pronunciamiento de seis puntos para respaldar la solicitud de Luis Guillermo Solís a Víctor Morales Zapata, ambos en ese momento precandidatos, para que el segundo se alejara de la campaña y renunciara a su aspiración por una diputación.
Además, se le exigía al ahora legislador retirar su nombre y toda filiación con el PAC; al tiempo que se le pedía al Tribunal de Ética abrir un proceso que finalizara, preferiblemente, con su expulsión y se advertía que Morales no podía hablar por el partido.
“Exigimos a nuestra futura fracción no reconocerle en ninguna medida como miembro ni representante del PAC”, decía el punto cinco del acuerdo.
Vigente. Sadie Bravo, exdiputada, asambleísta nacional y líder del grupo ‘ottonista’ PAC PAC, dijo que no puede entender la petición de Molina, pues adujo que la decisión está muy clara.
“Ahí no dice que dependa de lo que diga el Tribunal de Ética, que llevarlo ahí fue un tema aparte. Se pudo haber expulsado del partido, pero era decisión del tribunal. Es lo que yo hubiera querido, porque engañó al actual presidente”, indicó Bravo.
Según Bolaños, la decisión política de si lo acogen o no dentro de la fracción queda en manos de los legisladores del PAC.
“Vamos a emitir un criterio técnico, legal, el comité ejecutivo con el departamento legal y la decisión política la asumirán ellos”, explicó Bolaños.
El PAC castigó a Morales por ocultar que tuvo una acusación penal en 1994, cuando era dirigente cooperativo, de la cual se libró tras una conciliación.