Un repique de campanas monótono y las notas fúnebres de El Duelo de la Patria recibieron a las 2 p. m. de este jueves el féretro del expresidente de la República, Luis Alberto Monge, en la Catedral Metropolitana.
El humo del incienso precedió a la guardia de honor que cargó con el cuerpo del exmandatario, quien falleció de 90 años el martes, poco antes de la medianoche.
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Como testigos de su despedida funeraria estaba una cantidad importante de miembros de los tres Poderes de la República, acompañados por el respectivo presidente de cada poder.
El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, estuvo a un lado del altar, junto con la primera dama Mercedes Peñas. Al final de los actos religiosos, dio un mensaje en el que destacó la humildad, honradez y sencillez de Monge, además de presentar de nuevo las condolencias a su familia.
"Hoy la patria está triste porque ha perdido a uno de sus hijos (...) el hombre de la palabra amable, de la sonrisa franca y del corazón anchuroso. Los pobres de Costa Rica siempre recordarán a Luis Alberto y especialmente en este mes, cada vez que alguien reciba su aguinaldo, sabrá que en él va una parte del corazón de don Luis", dijo el presidente Solís.
En la primera banca, estuvieron el presidente de la Asamblea Legislativa, Antonio Álvarez Desanti, y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Zarela Villanueva. Al costado de ella, estaba su padre, el expresidente legislativo Jorge Luis Villanueva, y al otro, la vicepresidenta del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la magistrada Eugenia Zamora.
También estaba en el mismo asiento el primer vicepresidente de la República y ministro de Hacienda, Helio Fallas.
Estuvieron, además, cuatro de los seis expresidentes de la República que sobreviven a Monge, con sus respectivas parejas.
En la nave central de la Catedral, en la columna derecha de bancas, en la segunda de esas bancas, se sentó Miguel Ángel Rodríguez (1998–2002) junto con su esposa, la exprimera dama Lorena Clare; a su lado, Óscar Arias (1986–1990 y 2006–2010), seguido por la exesposa de José María Figueres, Jossette Altmann, actual secretaria general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Remataban esa banca la ex primera dama Estrella Zeledón, viuda de Rodrigo Carazo, su hijo Mario, y la esposa de este último.
En la banca siguiente, atestiguaron las honras fúnebres José María Figueres (1994–1998) y su novia, seguido por la exdiputada Gloria Bejarano y su esposo, el expresidente Rafael Ángel Calderón Fournier (1990-1994).
No estuvieron presentes los expresidentes Abel Pacheco (2002-2006) y Laura Chinchilla (2010-2014).
Las campanadas y las notas musicales se acallaron ante el aplauso que los presentes le dieron a Monge, a su ingreso por la nave central de la Catedral, seguido por sus familiares, entre los cuales iba su hijo, el exministro Guido Monge, su sobrino, el alcalde josefino, Johnny Araya, y el excandidato presidencial Rolando Araya, sobrino de Monge.
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Catedral llena
Aunque la Catedral no estuvo abarrotada durante la ceremonia, sí estaba a lleno total. En las bancas también hubo diputados de varios partidos políticos, ministros de Gobierno y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, así como exfuncionarios de gobiernos anteriores.
En suma, se trataba de una mezcla de figuras que han pasado por los poderes públicos ahora y en el pasado.
La muchedumbre se hizo evidente sobre todo a la salida del funeral de Estado que organizó la Cancillería de la República, pues a los presentes durante la ceremonia se añadieron los transeúntes, quienes se unieron en aplausos a los trinos y gorjeos de los pericos que, desde los árboles del Parque Central, también se unieron a la despedida del expresidente.
Durante la homilía, el obispo de Alajuela, Ángel San Casimiro, equiparó la partida de Monge con la llegada novelesca de un antiguo líder italiano al Paraíso, esto para decir que a un hombre que dirigió un país no se le puede considerar ni totalmente bueno ni totalmente malo, pero sí tomársele en cuenta, principalmente, las acciones que haya realizado para proteger a los que más necesitan.
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San Casimiro presidió la ceremonia católica en lugar del arzobispo de San José, Juan Rafael Quirós, quien se excusó mediante una carta, pues se encuentra fuera del país.
Antes de la intervención de Luis Guillermo Solís, Guido Monge agradeció la presencia de políticos, familiares lejanos y amigos, en nombre de la familia directa del expresidente.
"Él mostró y dignificó la política, fue un servidor del pueblo, nadie puede decir que se haya servido de él. Nos toca a nosotros continuar y honrar su legado", comentó el exministro.
"Se nos fue papá", repitió varias veces, en una parte más emocional de su discurso.
Cierre funeral Monge [side_to_side]
En cuanto a las facetas más personales del exmandatario, San Casimiro destacó que había llegado a ser algo, después de venir de una familia sin muchos recursos.
"En la vida, es mejor llegar a ser, que nacer siendo", dijo y recordó que Monge se graduó del Instituto de Alajuela como bachiller y que había dejado de lado la pobreza, "que no está en el bolsillo, sino en la inteligencia", apuntó el obispo.
El funeral fue musicalizado por el viejo órgano de la Catedral.
El cuerpo de Monge fue llevado a cremación. Las cenizas se colocarán en una urna y se llevarán a la Universidad Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (Earth).
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El corazón será separado del cuerpo y enterrado, luego de una ceremonia en el templo católico de Palmares, este viernes, en la tumba de su madre.