Plan contra capital ‘golondrina’ dio bienvenida a los diputados

Ministro cree ‘necesario’ dar al Banco Central poder para controlar flujos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Tres semanas después de comenzar el 2013, el saludo de “feliz año” abundó ayer en el Congreso en su primer día laboral.

Diputados y funcionarios se vieron las caras con un invitado especial: el ministro de Hacienda, Édgar Ayales, quien llegó a cabildear un proyecto contra los capitales especulativos.

La urgencia del Gobierno es tal que ayer mismo envió el proyecto y mandó a Ayales a tratar de transmitir esa premura a los legisladores. Más de dos horas dedicó el jerarca a intentar convencer a los legisladores de la “necesidad” de dar al Banco Central la potestad de establecer controles a los capitales externos.

“Hay circunstancias en que los dogmas se acaban. Ahora hay que entrar con todo. Ya sabemos que no es bonito”, dijo Ayales casi al finalizar su alocución, sabiendo que en el fondo de este proyecto lo que se juega es algo ideológico: el Estado o el mercado.

La preocupación del Ejecutivo es que continúe la llegada de grandes capitales externos que aprovechan las tasas de interés altas que se están pagando en el país. Esos dineros crean trastornos en la economía interna y puede provocar el incremento de los precios para la población y dificultades para los productores.

Quizá a eso se refería la presidenta Laura Chinchilla cuando comparó esos capitales con “armas de destrucción masiva”, aunque ayer Ayales ni siquiera se atrevió a usar el adjetivo “especulativos” pues reconoció que son parte de la dinámica financiera internacional.

Esas oleadas de capitales llegan cuando las tasas de interés son altas y coinciden con otras condiciones que garantizan un amplio margen de ganancia por los dueños del dinero.

Esos márgenes de ganancia son los que el Gobierno pretende atacar con el proyecto de ley. El Banco Central quedaría facultado para pedir al Ejecutivo que aplique un aumento en el impuesto de la renta, de hasta 30 puntos por encima de los gravámenes vigentes.

El Central también podría definir un depósito obligatorio de hasta el 25% sobre esas inversiones, con lo cual bajaría su rentabilidad.

De entrada, los diputados del Movimiento Libertario expresaron sus reticencias a tales potestades del Estado sobre el mercado financiero. “Son excepciones a la ley”, justificó el jefe de la fracción, Carlos Góngora, quien también cuestionó la forma como se discriminará entre capitales especulativos e inversiones con otros fines.

La bancada del Partido Acción Ciudadana (PAC) expresó un apoyo inicial, aunque también pidió mayores esfuerzos para bajar las tasas, en especial mediante la reducción del déficit fiscal.

José María Villalta, de Frente Amplio, dijo que ve “con buenos ojos” el plan, y el PUSC también manifestó anuencia a apoyarlo. El Gobierno quiere que se apruebe en un mes, pero en el Congreso nadie se atreve a calcular plazos.

De entrada, el presidente del Congreso, Víctor Emilio Granados, dijo que dará esta semana para que los diputados debatan sobre el tema y después definir a cuál comisión encargará el asunto.