Pasaron 18 años para que una mujer volviera a la Presidencia del Congreso: Carolina Hidalgo es la tercera

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La diputada Carolina Hidalgo Herrera, del Partido Acción Ciudadana (PAC), se convirtió este martes en la tercera mujer en ser electa presidenta de la Asamblea Legislativa, en toda la historia patria.

Tuvieron que pasar 18 años para que una mujer volviera a presidir el Congreso. En esta oportunidad, se trata de la primera del PAC y la más joven: 35 años.

Antes de Hidalgo, Rina Contreras López, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), era la última escogida por la mayoría de los diputados para ejercer el cargo.

Fue el 1.° de mayo del 2000, cuando Contreras, entonces de 50 años, fue electa con 29 votos frente a Wálter Robinson, quien solo logró los 23 sufragios de la fracción de Liberación Nacional (PLN).

A la socialcristiana, le precedió Rosemary Karpinski Dodero, del PLN, quien fue la primera mujer en encabezar el primer poder de la República, con 52 años, entre 1986 y 1987 durante la primera administración de Óscar Arias Sánchez (1986-1990).

Pasaron 14 años entre la elección de Karpinsky y Contreras y, ahora, pasaron 18 entre Contreras e Hidalgo.

Y antes de Karpinski, pasaron 36 años entre su designación y la emisión del primer voto femenino en Costa Rica, en el plebiscito de 1950 en La Tigra y La Fortuna.

Un año antes, con la Constitución Política de 1949, se les había dado rango de ciudadanas a la mujeres, con lo cual se les concedió el derecho al sufragio y se les permitió postularse a puestos de elección popular.

Mucho consenso y negociación

Rosemary Karpinski y Rina Contreras dicen sentirse ilusionadas con la elección de Carolina Hidalgo, con el hecho de que esta sea la Asamblea Legislativa y el gabinete con más mujeres designadas.

Ambas le recomiendan a la oficialista mucho diálogo, negociación, humildad y búsqueda de consensos.

Karpinsky afirmó: "Me parece una oportunidad maravillosa para que la mujer pueda tomar un cargo de tanta responsabilidad. Yo sé que ella está preparada, que está lista para tomar cargos de liderazgo y creo que hay un respaldo muy importante que hace tiempos no teníamos, que es que se ha dado un avance grande en la representación femenina en el Parlamento".

"Es un cargo que requiere un inmenso esfuerzo, un inmenso trabajo, muchísimo estudio y conocerse muy bien el reglamento, y entonces, saber manejarlo y aprovecharlo, para saber conducir las sesiones fluidamente.

"También le daría, como consejo, ser lo que las mujeres hemos logrado ser muchas veces, llevar la reconciliación y la conciliación, ya sabemos que estamos en una época en la que el país necesita mucha conciliación nacional y que una mujer tenga la oportunidad de hacerlo, me parecería muy simbólico y muy valioso.

"Sería un parlamento y una Costa Rica con alma de mujer, el alma de mujer es conciliadora casi por naturaleza", dijo Karpinski.

Mientras, Contreras le aconsejó: "Mucha prudencia, mucha negociación, transparencia, valorar mucho la palabra de los compañeros diputados, pensar en que todos quieren el bien del país y, entonces, con base en ese pensamiento, negociar y dialogar transparentemente, aceptando que habrá diputados que tienen pensamientos diferentes y que costará más la aceptación de determinado proyecto, pero que se pueden hacer las adaptaciones para poder obtener el consenso".

"Mucha relación con todos los compañeros, relación de respeto, mucha comunicación, mucha negociación".

'Una lucha constante'

Las dos expresidentas legislativas hacen su interpretación del por qué tiene que pasar lapsos tan amplios para que una mujer logre presidir el Congreso.

La liberacionista Karpinski considera que la lucha por derechos de las mujeres en Cuesta de Moras ha sido intermitente: "Los derechos se van ganando y hay que mantenerlos, no se ha dado la lucha, deberíamos haber tenido una lucha constante porque eso fuera como el principio de la ley de igualdad real, que sea una paridad, en el caso de la presidencia del Congreso no se ha avanzado en eso".

Para Rina Contreras, es un asunto de confianza: "Un poco de desconfianza hacia la mujer, uno lo ve en los puestos de trabajo, que los salarios son inferiores para las mujeres; en las oportunidades políticas son menos los espacios. Debemos estar contentas por la cantidad de mujeres en el gabinete, yo espero que veamos más de una mujer presidenta en este cuatrienio".