Los partidos políticos de escala nacional ven venir las elecciones municipales de febrero con un dilema: asumirlas de manera general o dejar que los candidatos de cada cantón resuelvan según sus necesidades y posibilidades.
Sin tener resuelto aún el punto de equilibrio entre la cúpula nacional o las bases, las agrupaciones dedicaron esta semana a amarrar préstamos para financiar las campañas en los cantones y también a cerrar contratos con quienes harán la propaganda, o las propagandas.
El Partido Liberación Nacional (PLN) parece ser el más ambicioso. Tiene casi cerrado un préstamo por ¢2.000 millones con un banco privado y también un contrato con la agencia publicitaria La Tres, la misma que en las pasadas elecciones presidenciales escogió Frente Amplio para su campaña, aunque al final se truncó el trato por presiones de los socios.
El presidente del PLN, José María Figueres, dijo que de manera personal, se ha encargado de las negociaciones y que pretende que haya un mensaje “sombrilla” que englobe las campañas locales y ofrezca también las particularidades.
En gestiones similares está el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que negocia un crédito de ¢500 millones para repartir entre las campañas cantonales, aunque en el ámbito de la publicidad, decidió descartar las agencias grandes.
Frente Amplio también espera la respuesta de un banco estatal (sus estatutos le prohíben negociar directamente con uno privado) para ayudar a sus comandos cantonales, que deben buscar por su cuenta los servicios publicitarios. Sí tienen en planes productos de alcance nacional, pero hechos “en casa”, como un video que ya circula, con el emblema “Sembremos esperanza”.
El Partido Acción Ciudadana (PAC) vive momentos que lo hacen ser aún más cauto. “Tenemos que ser muy austeros; es mejor no buscar ninguna agencia publicitaria”, explicó la presidenta Margarita Bolaños, aunque dejó claro que los aspirantes en cada cantón poseen su margen de maniobra propio.
En el Movimiento Libertario se contrató para fines de propaganda a Iván Barrantes, quien, en las elecciones presidenciales, trabajó para el actual mandatario, Luis Guillermo Solís.
También el PAC está negociando con el Banco Lafise, aunque al igual que otras agrupaciones, depende de garantías o cálculos optimistas sobre los votos que obtendrá el 7 de febrero.
Dinero. El problema para los partidos, incluidos los provinciales o cantonales, es la ausencia de los bonos y de dinero estatal adelantado, además de una baja proyección de participación electoral, lo cual incidiría en un reducido porcentaje de deuda política (hasta un máximo de ¢6.000 millones).
Y del financiamiento depende también la inversión que cada partido haga en publicidad, tanto nacional como cantonal.
Eso provoca también esfuerzos paralelos. Por ejemplo, el PLN pretende trabajar con La Tres un mensaje uniforme, pero candidatos específicos como el de la alcaldía de San José (Guido Granados) y de Santa Ana (Gerardo Oviedo) han buscado servicios por separado. Ellos dos contrataron por su lado a la agencia Father, a cargo del publicista Giovanni Bulgarelli, por un monto aún incierto.
Bulgarelli, Figueres y Marcos Blanco, de La Tres, negaron cualquier diferencia de enfoque y aseguraron estar coordinando para evitar contradicciones o duplicación en el mensaje.