País a la espera de resultados

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Ningún sector del país duda de la necesidad del diálogo entre Gobierno y oposición, pero existe inquietud sobre si el "acuerdo patriótico" anunciado ayer por el presidente José María Figueres y su antecesor, Rafael Angel Calderón, arrojará resultados concretos.Del dicho al hecho, hay mucho trecho. Algunos dirigentes socialcristianos citaron ese refrán para dejar entrever sus reservas sobre el desafío que aguarda al Gobierno y a la oposición en la búsqueda de respuestas a los principales problemas nacionales.

"Que termine la hora de hablar y comience la de actuar", urgió ayer el arzobispo de San José, monseñor Román Arrieta, luego de que el mandatario lo visitó en la Casa Arzobispal para entregarle el documento que suscribió minutos antes con el expresidente Calderón.

Este acercamiento y el hecho de que ambos líderes asuman las riendas de la negociación política, le dan al Gobierno un respiro en momentos en que varios "incendios" en el plano laboral y fiscal amenazan con empañar la celebración de su primer aniversario.

Diez días antes del 8 de mayo, el Ejecutivo procura cambiar su imagen de confrontación por un rostro concertador. Lo anterior, además, cumple una función de antídoto promocional ante las recientes protestas sindicales y las quejas de algunos grupos empresariales.

En las tiendas del Partido Liberación Nacional (PLN) existe plena conciencia de que este es un pacto inicial para que las cúpulas de ambos bandos "se sienten a conversar". No obstante, diputados y líderes políticos cruzan los dedos para que los frutos se recojan pronto.

Preocupación

Una de las preocupaciones capitales del oficialismo son las demoras en la aprobación de los nuevos impuestos. Esta es una condición clave establecida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para suscribir un convenio stand-by que le permita al país accesar a fuentes externas de crédito.

Pero Calderón se adelantó a los hechos y ayer mismo afirmó que ese tema no estaba en discusión.

El expresidente volvió al primer plano tras una prolongada ausencia en la mesa de negociaciones. Durante varios meses este líder se mantuvo replegado y cedió terreno al diputado Rodolfo Méndez, jefe de fracción del PUSC y, luego, al excandidato presidencial Miguel Angel Rodríguez.

Dirigentes socialcristianos como el exministro de Seguridad, Luis Fishman, interpretan que Calderón está reasumiendo su rol.

Fishman calificó ayer de "paso extraordinario" el comunicado suscrito por el mandatario y su antecesor. Además, manifestó que "el interlocutor de parte de la oposición es la persona que representa todas las corrientes del partido y no solo un sector".

Pero el Gobierno, e incluso el mismo Calderón, reconocen la importancia de participar a Rodríguez del proceso de negociación. Ninguno desconoce la influencia directa que éste ejerce sobre un amplio sector de los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

De hecho, Rodríguez forma parte del grupo designado por la oposición para participar en las reuniones que iniciarán la próxima semana con el oficialismo.

Derrotero

Las pláticas entre Figueres y Calderón fueron el resultado de un largo proceso de contactos que inició en febrero pasado el primer vicepresidente, Rodrigo Oreamuno, ante los principales dirigentes del PUSC.

Oremuno recibió del mandatario el encargo de reactivar los canales de diálogo que se habían deteriorado poco antes de que el entonces ministro de la Presidencia, Elías Soley, fuera cesado de su cargo.

Figueres agradeció ayer la participación de su primer vicepresidente y de algunas figuras importantes del PUSC como Rolando Laclé, Rodolfo Méndez, Luis Fishman y Miguel Angel Rodríguez para la cristalización del acuerdo.

Los encuentros preliminares sostenidos por estos representantes crearon el ambiente propicio para que, unos 15 días atrás, el presidente y su antecesor se sentaran a conversar sobre la situación del país.

Cuatro pláticas privadas debieron pasar para que ayer Figueres y Calderón, en su quinto encuentro personal, señalaran en forma pública cuál será su derrotero.

Del manifiesto suscrito ayer por ambos se desprende que los principales temas a discutir serán reforma financiera y del Estado, salud, educación, seguridad, competitividad y lucha contra la pobreza.

Figueres señaló que era "marcar la cancha" sobre los puntos que se trabajarán a partir de la próxima semana.

Intento tras intento

Las relaciones entre el Poder Ejecutivo y la oposición han sido frías y, en algunos momentos, hasta de enfrentamiento desde que esta Administración asumió el poder el 8 de mayo de 1994. Ayer, sorpresivamente, el presidente de la República, José María Figueres, y el exgobernante Rafael Angel Calderón lograron la firma de un acuerdo que permitirá el diálogo nacional. Este es un resumen de los intentos por lograr ese objetivo:

21, 22 y 23 de setiembre de 1994: líderes del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) participaron en el foro Acuerdo Nacional Razonable impulsado por el Gobierno con el fin de iniciar un proceso de concertación nacional.

22 de octubre de 1994: el expresidente Calderón se reúne por primera vez con Figueres y Calderón durante cinco horas en la Casa Presidencial. Coinciden en la necesidad de aprobar el Tratado de Libre Comercio con México, en las reformas financieras y los cambios en el régimen tributario. Discreparon en materia de impuestos.

22 de febrero de 1995: el primer vicepresidente de la República, Rodrigo Oreamuno, recibió el encargo de atender las relaciones del Gobierno con la oposición. Trece días después asumió el recargo del Ministerio de la Presidencia ante la salida de Elías Soley.

28 de febrero: Oreamuno se reunió con el exmandatario Calderón y otros jerarcas del PUSC. El exjefe de Estado consideró innecesario una cita posterior con Figueres y reiteró la negativa de la oposición a dar el "visto bueno" a la creación de más impuestos.

28 de marzo: el vicepresidente Oreamuno llamó por teléfono al excandidato presidencial del PUSC, Miguel Angel Rdríguez, para "dialogar", pero no se dieron más detalles.

29 de marzo: se realizó un encuentro en la casa del excandidato del PUSC con la asistencia de Rodolfo Méndez, Rodrigo Oreamuno, Rebeca Grynspan, Rolando González y Luis Gerardo Villanueva.

31 de marzo: El Gobierno y la oposición lograron un acuerdo sobre la agenda de proyectos que recibirían trámite prioritario en la Asamblea Legislativa en abril.

12 de abril: Rodríguez auguró una fuerte crisis económica en el país si el presidente Figueres no asumía el liderazgo nacional.