Ministro de Hacienda teme fuerte golpe a familias con créditos

Nogui Acosta estima que tasas de interés podrían subir más si no se aprueban eurobonos; economista Jorge Luis Arce señala que presión sobre tasas obedece a otros factores como inflación

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El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, teme que si los diputados no autorizan la venta de eurobonos por $6.000 millones las familias costarricenses resultarán afectadas por un fuerte incremento que, según prevé, sufrirán las tasas de interés de los créditos para personas y empresas.

Acosta estima que, sin la inyección que significarían los recursos que pudieran captarse por esa vía, la tasa básica pasiva (TBP) podría aumentar este año hasta un 7%, con lo cual las cuotas de 694.000 préstamos subirán considerablemente.

“Solo imagine la gente que esté endeudada, con una inflación del 10%. La tasa sube, va a cerrar como en 7%. Eso significa que a la gente con un crédito de vivienda, la cuota le aumenta de una manera importante. Deberían hacer el ejercicio, para ver la consecuencia”, aseguró.

La TBP es una tasa calculada por el Banco Central de Costa Rica que estima el promedio pagado por las entidades financieras por los ahorros en colones. Sirve de referencia para los créditos en colones, por lo que su variabilidad se traduce en cambios en el costo de los créditos.

En las operaciones de tasa variable, los bancos otorgan crédito usando la TBP más determinados puntos porcentuales adicionales para fijar el costo del préstamo. A mayo del 2022, había 694.000 operaciones ligadas a este indicador, de acuerdo con la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).

En conversación con La Nación, el jerarca de Hacienda aseveró el pasado jueves que si la Asamblea Legislativa no aprueba los eurobonos, el Gobierno se verá obligado a colocar más endeudamiento en el mercado local. Sostuvo que eso presionaría todavía más las tasas de interés.

La administración Chaves pide a los legisladores autorizar $6.000 millones en eurobonos para pagar vencimientos a inversionistas. Solo el 26 de enero próximo el Gobierno tiene que pagar $1.000 millones por el vencimiento de eurobonos.

Sin embargo, algunas fracciones como la del Partido Liberación Nacional (PLN) se inclinan por aprobar una cuarta parte del monto solicitado por el Ejecutivo.

No es del todo correcto

Para el economista José Luis Arce, no es del todo correcto suponer que la no aprobación de los eurobonos y el refinanciamiento del Gobierno en el mercado interno implicarán una presión adicional sobre las tasas de interés.

“Eso es solo cierto en el caso de las emisiones propiamente de eurobonos que vencen en este cuatrienio. Hay que recordar que las emisiones de deuda en dólares que vencen ya están en manos de tenedores locales y algunos externos, por lo que no implica una presión adicional sobre los tipos de interés locales.

“Lo normal es que renueven si las tasas son suficientemente competitivas considerando la inflación, la depreciación del colón y las tasas de interés afuera”, indicó.

Arce sostuvo que factores que sí podrían incidir en el costo de los créditos son una mayor inflación, la política monetaria restrictiva del Banco Central para contener el aumento de los precios, el incremento de las tasas de interés en el exterior, la presión sobre el tipo de cambio y la discreción de los inversionistas.

De hecho, un reciente cambio aplicado por el Banco Central en la fórmula para calcular la TBP y la política restrictiva para atenuar la inflación han disparado las tasas de los préstamos.

Tasas de referencia en aumento

El pasado 18 de mayo, el Central varió la metodología de la Tasa Básica Pasiva que incluye los depósitos a la vista y tasas de otras captaciones a plazos, entre otras variables. Antes del ajuste, la TBP se situaba en 2,95% pero a finales de julio subió a 4,32%, para un aumento de 1,37 puntos porcentuales en dos meses.

Entre diciembre del 2021 y junio del 2022 la Tasa de Política Monetaria (TPM), indicador que orienta a los intermediarios financieros sobre el curso de la política monetaria en los próximos meses, aumentó de 0,75% a 5,50%, lo que influyó en el aumento del costo de los créditos.

Para la semana comprendida entre el 1°. y el 7 de setiembre, la TPM se situó en 5,55%. Arce explicó que las tasas suben, además, porque los inversionistas esperan más inflación y hay expectativas de depreciación del colón, por ejemplo.

“Es un escenario independiente de lo fiscal, contra lo que Hacienda tiene poco que hacer. Más bien, al mejorar la situación fiscal, gracias a las reformas del 2018, los requerimientos netos de nuevo endeudamiento están disminuyendo, lo que es un elemento que reduce la presión sobre las tasas locales”, agregó el economista.

Golpe al bolsillo de las familias

Arce sostuvo que hoy, sin el ajuste por los aumentos recientes de la TBP, los intereses de los créditos personales rondan el 13,5%. Cuando se actualice, señaló, la tasa podría rondar el 15% o 16%.

“Eso podría provocar que la cuota para un crédito de ¢1 millón, a un plazo de 10 años, pase de ¢15.230 mensuales a ¢17.065 por mes”, proyectó el economista. Al año, el costo se incrementaría en ¢22.000 en un crédito similar como el del ejemplo.

En el caso de una hipoteca de ¢50 millones, a 30 años plazo que pagaba antes del 18 de mayo ¢330.000 por mes, con el aumento de poco más de un punto porcentual (p. p.), en las semanas siguientes, la cuota subió en ¢34.000 mensuales.

Arce aclaró que los efectos del incremento en las tasas de interés no recaerían sobre las familias de escasos recursos, sino en los hogares de clase media hacia arriba. “Las personas pobres no tienen acceso a créditos en el sistema bancario”, recordó.

Por otra parte, el ministro de Hacienda aseguró que no encontraba la forma de hacer entender a los diputados de que los eurobonos no son más que un mecanismo para afrontar el pago de las amortizaciones en dólares.

“El problema es que esas amortizaciones se van a repetir el próximo año, porque el Gobierno anterior se endeudó a muy corto plazo. En los próximos años, cinco años, vence el 60% de la deuda en dólares. Entonces uno se pregunta ¿qué ocupa? Alguien que te dé un respiro y no hay forma de que los diputados entiendan eso, que esto no es un tema de política. Que el crujir de dientes se lo va a llevar la gente”, aseveró.