Migrantes africanos se rehúsan a trasladarse a centros habilitados por Costa Rica

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Paso Canoas. Los migrantes africanos que están en la frontera con Panamá se rehusaron este jueves a ser trasladados a los centros de atención y detención habilitados por el Gobierno de Costa Rica.

La Dirección de Migración parqueó tres autobuses en la zona fronteriza, con la intención de movilizar al grupo más vulnerable a un recinto en Buenos Aires de Puntarenas, a 150 kilómetros de allí.

Ese primer grupo está compuesto por 25 niños con sus padres y unas 38 mujeres embarazadas con sus parejas, para un total de 153 personas.

Ellos serían llevados a un centro de atención, como lo denomina el Gobierno. Los 500 adultos restantes serían llevados a un centro de detención que todavía no está listo.

No obstante, los africanos dijeron que no se subirían a ningún bus y prefirieron quedarse unidos, en bloque, bajo los toldos instalados en la frontera entre ambos países, que se niegan a recibirlos.

Amiyuimbe Caloumga, originario del Congo, alegó: "Este pueblo que está aquí, pasando la lluvia, durmiendo en la calle, no puede esperar más, queremos irnos. No estamos aquí para mendigar comida. Todos tenemos hijos, familia, tenemos un destino. Tengo seis hijos, tengo mujer en África. No me puedo quedar aquí sin trabajar y esperando, tenemos un destino. Solo queremos una cosa: un acuerdo con el gobierno de Costa Rica para seguir el camino".

Para mitad de la tarde, los buses ya habían sido retirados y ellos montaban una nueva protesta en su afán por que les permitan seguir su camino a Estados Unidos.

LEA: Gobernación descarta movilizar a la fuerza a migrantes africanos

Según la defensora de los Habitantes, Montserrat Solano, los migrantes consideraron una fortaleza quedarse con los niños y las mujeres embarazadas.

Por su parte, la viceministra de Gobernación, Carmen Muñoz, subrayó que no harían traslados a la fuerza: “Si encontramos una sola familia que esté dispuesta a trasladarse hoy al centro de atención, lo haremos. Pero no vamos a obligar a nadie”.

Según ella, el centro cuenta con buenas condiciones, como áreas verdes, camarotes y varias baterías de cocina.

“Preparamos un menú especial que toma en cuenta las necesidades de estas personas, y también respetaremos las costumbres religiosas de cada uno de ellos”, dijo Muñoz.

“Continuamos con nuestra oferta de trasladar a los niños y niñas para que dispongan de mejores condiciones. Es una obligación del Estado costarricense.

Es una acción delicada que no podemos llevar a cabo a la fuerza. También estamos en conversaciones con personeros de Naciones Unidas que nos ayudarán en esta labor”, continuó.

Para Costa Rica, no hay otra vía más que las deportaciones en el caso de estos migrantes indocumentados, pero todavía no tiene claro a dónde serían enviados. Panamá se niega a recibirlos con el argumento de que no le consta que hayan entrado a suelo costarricense a través de su territorio.

La viceministra agregó que siguen en la búsqueda de un lugar apropiado para trasladar al resto de los migrantes: “Si logramos encontrar un lugar donde podamos tener a todos juntos, lo haremos. Pero de momento la prioridad son las familias y las mujeres embarazadas”.

Muñoz hizo énfasis en que es "técnica y legalmente imposible" que el Gobierno de Costa Rica pueda asegurar el paso de estos migrantes hacia Estados Unidos.