Marco Vinicio Ruiz, Embajador de Costa Rica: ‘En China no nos conocen. La única vía (...) es por el futbol’

A pocos días de la llegada del presidente de China, Xi Jinping, el encargado de representar al país en Pekín admite que los ojos chinos ven más allá del país donde tienen su única embajada en Centroamérica; el interés es sobre todo regional, aunque usando como base Costa Rica. Le sorprendió la rapidez con que se programó el viaje de Xi a América Latina. Él todavía cree en la posibilidad tica de atraer ricos turistas chinos y llama “seguro de vida” a la posible refinería conjunta.

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Marco Vinicio Ruiz cumplirá en julio tres años de haber sido nombrado embajador costarricense en China, donde evita hablar de Costa Rica en números absolutos, para no exhibir las distancias abismales entre los volúmenes chinos y los ticos.

No dice, por ejemplo, que la población tica es de menos de 5 millones ni se atreve a mencionar el monto del producto interno bruto (PIB) costarricense. Prefiere hablar del ingreso promedio, del PIB per cápita o del porcentaje de población bajo línea de pobreza o escolarizada, por ejemplo.

Esta es su manera de tratar de explicar un país ínfimo frente a las enormidades de China, donde una sola provincia puede tener 40 veces la población de este país.

Esta es su forma, además del futbol, por aquel 2-0 que los chinos sufrieron en el Mundial de Corea-Japón contra un país desconocido al que su nuevo presidente, Xi Jinping, vendrá el próximo fin de semana. Sí, el presidente Xi llega el domingo a un país que en el suyo no se conoce, como dice Ruiz.

Será una visita de dos jornadas después de ir a Trinidad y Tobago y antes de poner sus pies en México y Estados Unidos.

Usted que vive en Pekín, ¿cómo se mira desde allá Costa Rica, uno de los cuatro destinos de la primera gira de Xi a América?

En China no nos conocen. La única vía por la que nos conocen es por el futbol. El chino está empezando a conocer Latinoamérica, pero tampoco creo que sea malo. China es tan tan grande que su lógica es ir a otras provincias, sus vecinos o Estados Unidos. Tal vez le mencionen Brasil o Argentina. El trabajo tenemos que irlo haciendo y para eso esta visita presidencial es muy muy importante.

¿Cómo empieza usted a ‘venderles’ Costa Rica?

Les digo que somos un país muy desarrollado porque en índices per cápita andamos parecidos a las mejores zonas de China. Nunca digo los habitantes del país, para no minimizarlo, ni tampoco el PIB nacional. Les decimos que Costa Rica les puede ayudar a su acceso a Latinoamérica. El tamaño de los negocios aquí es pequeño para el potencial de ellos.

Siempre ofreciéndose como una base para la región.

Correcto, igual para el turismo. Les decimos que pueden venir y que de aquí se muevan a otros países centroamericanos o caribeños. Les hablo de que aquí hay aire limpio y eso para ellos es un lujo. Es como la imagen de una playa sola; para ellos es algo insólito.

Pero no se cumplió la expectativa de atraer turismo chino.

Hemos sido cautelosos, pero estamos dando pasos correctos. Si no fuera por las visas restringidas tendríamos mucho más turismo. Pueden estar entrando unos 10.000 por año, pero creemos que podemos llegar a 50.000 de esos que vienen a gastar.

Pero tienen otros lugares más cerca dónde ir. ¿No es ingenuo pensar en que vengan muchos?

Primero, tampoco queremos que nos inunden. Tampoco tendríamos capacidad de acogerlos. Pero de todas formas sí creo que ellos, esos viajeros de alto nivel, ya fueron a las Maldivas y a Tailandia. Ya conocen allá. Ahora nos toca hacer un trabajo como el que se hizo en su momento con Estados Unidos y fue tan exitoso al cabo de varios años.

Usted tiene amigos dirigentes empresariales. ¿Siguen preocupados por la llegada masiva de bienes chinos en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC)?

Bueno, yo vi más ruda la discusión del TLC con Colombia que la del de China. Hay grupos que... bueno, no sé. Demostramos que era mejor tener con China un marco formal de comercio. Hoy no nos pueden meter diez con hueco y si vemos algo falsificado o subfacturado, podemos ir a las autoridades chinas y denunciarlo. Más bien muchos están comprando ahora máquinas chinas. Están contentos.

¿Y la población tica? ¿Cree que ahora ve diferente a China y a los chinos?

Ha cambiado. Creo que el Estadio Nacional ayudó mucho. Vea que la gente habla en broma de que ellos deberían arreglar el puente de la “platina”. La gente vio cómo trabajaron, y espérese a que terminen la primera carretera, la de Limón, si la Asamblea lo aprueba.

¿Es cierto que en algún momento sí se pidió a China ayuda con ese puente de la “platina”?

Vea, le voy a decir una cosa: China tiene la capacidad de ayudarnos mucho en infraestructura. Tiene las condiciones financieras y el interés. Esa es una posibilidad abierta. Ahora que venga el presidente plantearemos inquietudes, por ejemplo, en tema de aeropuertos. Pero creo que el tico tiene que ir perdiendo el miedo a las inversiones chinas.

Pero falta ver esas obras.

Las vamos a empezar a ver con la posibilidad de la carretera en Limón, de la academia de policía y de la refinería. Además, estamos impulsando crear una zona económica especial en Limón, San Carlos o Puntarenas. Sería un imán para inversiones chinas.

¿Le sorprendió la visita de Xi?

No me sorprende que venga porque la invitación estaba hecha, pero sí me sorprende lo rápido que viene a Latinoamérica, apenas tres meses después de asumir la Presidencia. Creímos que esto iba a ser en el 2014.

¿Estaban allá muy atentos a la visita de Obama aquí?

Bueno, si tenían dudas de venir, quizá se disiparon ahí. Vea que Obama fue a México y Xi va también a México. No sé si es circunstancial.

También fue el vicepresidente chino a Sudamérica.

Es claro que tienen una actividad muy fuerte hacia América Latina y en Centroamérica somos nosotros su base. Aquí tienen su embajada.

No se dio el efecto dominó de relaciones diplomáticas en el Istmo después de Costa Rica.

Creo que influye el hecho de que ahora China y Taiwán tienen un acercamiento importante. Tengo entendido que hay un compromiso de conversar sin estar en eso (competir por aliados diplomáticos). Fuimos los últimos (en el 2007). Se hizo en el momento oportuno.

¿Se puede decir que igual China ha avanzado en su presencia en Centroamérica?

Eso es claro. Tiene oficinas comerciales y relaciones por medio de empresas.

Es de suponer que en Pekín se ve el viaje de Xi más a Centroamérica que a Costa Rica.

Bueno, es que aquí es el único lugar donde tienen embajada y nos ven como una base, como una plataforma para una región que tiene su importancia.

Es la segunda visita de un presidente de China en solo 5 años.

Eso es significativo, pero esta es otra fase. Ya superamos el noviazgo, por así decirlo.

Ahora en qué fase está la relación bilateral.

Ya vienen los proyectos conjuntos, como el de la refinería, que es más que una simple refinería; es todo un tema de energías. Creo que las obras pueden comenzar en el 2013. Estamos hablando de una refinería que será una especie de seguro de vida en un mundo cada vez más ávido de energía.

¿No contradice eso el afán del país por reducir el uso las energías contaminantes?

Bueno, pero es que el cambio no puede ser inmediato. Hay que seguir dando suministro a los carros que hay en el país, que lo que necesitan es gasolina o diésel.