El presidente Luis Guillermo Solís viajará en octubre a Panamá, para dialogar con su homólogo panameño Juan Carlos Varela sobre la crisis migratoria de cubanos, haitianos y extracontinentales que afecta la frontera entre ambos países.
El encuentro se realizará en la ciudad de Boquete en la provincia de Chiriquí y también participarán equipos de migración y de seguridad de las dos naciones.
Solís anunció la cita venidera, luego de la reunión que sostuvo ayer con Varela en Nueva York, en Estados Unidos, en el marco de la 71.° Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“La reunión es para establecer un plan de acción, un cronograma que haga posible que ese trabajo que se ha venido haciendo se prolongue en el tiempo y se vuelva por lo tanto, en una oportunidad para que ambos países logren administrar de mejor manera una realidad que tenemos en nuestras fronteras”, dijo Solís.
Esa mesa de diálogo se llevará acabo luego de una serie de roces por el paso irregular de migrantes por el puesto limítrofe de Paso Canoas. A ambos lados de esa frontera se han aglutinado cientos de cubanos, haitianos y extracontinentales en su peregrinaje hacia Estados Unidos, luego de que Nicaragua impidiera el paso por su territorio, en noviembre del año pasado.
Las migraciones irregulares son uno de los temas centrales de la gira de Solís en la ONU.
Ayer en la Reunión de Alto Nivel sobre Movimientos Masivos de Refugiados y Migrantes, insistió en que todos los países tienen “la obligación moral de aportar”, según sus posibilidades, en la solución de este fenómeno.