Presidente condiciona reunión con jefes de fracción a que se apruebe vía rápida a plan fiscal

Casa Presidencial no se compromete a dialogar con bancadas legislativas hasta ver avances en negociación

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El presidente Luis Guillermo Solís condicionó una reunión con las fracciones legislativas a que primero los diputados aprueben la aplicación de la vía rápida al proyecto de ley de las finanzas públicas.

Así lo informó este martes el presidente del Congreso, el diputado Gonzalo Ramírez, después de reunirse con Solís, en Casa Presidencial, por espacio de una hora.

Ramírez acudió al mandatario para solicitarle que acepte reunirse con los jefes de fracción, para que el Poder Ejecutivo les explique cuál es la ruta deseada para aprobar la iniciativa de fortalecimiento de las finanzas.

Este proyecto pretende aumentar la recaudación de impuestos en un 1,9% del producto interno bruto (PIB) para reducir el déficit fiscal, que a diciembre cerró en un 6,2% del PIB.

No obstante, Ramírez salió de la cita con el gobernante para convencer primero a los jefes de fracción de la necesidad de aprobar, entre lunes y martes de la semana entrante, la moción para aplicar el trámite abreviado al proyecto de ley.

Esa moción requiere de al menos 38 votos para su aprobación en el plenario, cantidad de adhesiones que todavía no está garantizada.

"Lo que logramos es que el presidente Solís se reúna con los diputados de las demás fracciones una vez que nosotros avancemos con el 208 bis (vía rápida estipulada en el reglamento legislativo). Hay fracciones que quieren estar con él (con Solís), pero estamos entendidos de que no podemos seguir replanteando los temas fiscales y volviendo al principio", declaró el jerarca legislativo.

Es la segunda vez en menos de una semana que la Presidencia le rechaza a los diputados la petición de reunirse con el presidente Solís. La primera ocasión fue el jueves pasado, cuando el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro, cerró esa posibilidad cuando se la solicitó la vicepresidenta del Congreso, la libertaria Natalia Díaz.

La bancada de Liberación Nacional (PLN), la minoría más grande del Congreso, considera que todavía es prematuro pensar en aplicarle la vía rápida al proyecto de ley, por lo que se abocará durante la próxima semana a analizar los pormenores de la iniciativa y a plantear varias mociones para mejorarla.

Lo máximo que logró Ramírez en su visita a Casa Presidencial fue que el Ministerio de la Presidencia amplíe la convocatoria de proyectos de ley, para que el Plenario aproveche mejor el tiempo durante las actuales sesiones extraordinarias.

El pleno ha caído en los últimos días en una especie de parálisis pues un pequeño grupo de diputados, disconforme con el proyecto de regla fiscal, ha roto el cuórum sistemáticamente en protesta contra el proyecto.

Los diputados Ligia Fallas, Carlos Hernández y José Ramírez, todos alejados de la bancada del Frente Amplio, consideran que esa iniciativa recortaría en gastos del Gobierno Central el equivalente a un 3% del PIB, lo cual, alegan, provocaría despidos de empleados públicos.

Según Sergio Alfaro, quien estuvo presente durante la reunión entre Ramírez y Solís, Casa Presidencial no considera necesaria una reunión entre el mandatario y los diputados por ahora, pues cree que el mandatario ya hizo sus aportes en esta etapa del trámite de la propuesta.

"Por ahora creemos que hay que avanzar en ese diálogo legislativo. Luego, podremos ver esa posibilidad (de que Solís acepte conversar de nuevo con los legisladores)", dijo Alfaro.

Y profundizó en las razones: "Los proyectos fiscales no están presentados desde el día de ayer. Tenemos cerca de dos años y medio de haber presentado el primer grupo de proyectos, luego se trató de hacer un segundo texto y a finales del año pasado se llegó al nuevo texto que tenemos. A partir de ese momento, hemos dicho que la única vía para avanzar es obtener los 38 votos para una vía rápida".

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Molestia en el Congreso

La molestia entre los jefes de fracción fue inmediata apenas se enteraron del condicinamiento que impuso Casa Presidencial este martes.

Karla Prendas, jefa de fracción del Liberación Nacional (PLN), calificó la decisión de Zapote como una mala señal.

"Esa decisión reafirma que el presidente en realidad no quiere concretar una reforma fiscal. Muy mal porque por decisión del Ejecutivo se están dando posibilidades mínimas de que esto se apruebe. El PLN no ha pedido una reunión con el presidente, pero otras fracciones sí la consideraban importante, por eso es que esa decisión está totalmente fuera de contexto y complica todavía más encontrar la viabilidad política para el plan fiscal", reaccionó.

William Alvarado, jefe de bancada de la Unidad Social Cristiana (PUSC) agregó que la condición que pone la Presidencia de la República descompone el ambiente para discutir el aumento de los impuestos.

"La reunión allanaría el camino, pero condicionarla no, porque el principio de la misma es valorar qué otros proyectos debería de convocar Casa Presidencial. No tiene sentido el que se nos condicionen. Así no estaríamos yendo a una reunión, el presidente debería convocar a todas las fracciones para, a partir de ahí, poder establecer una agenda común", consideró.

Francisco Camacho, jefe de la bancada del Frente Amplio, dio por muerta la reforma fiscal que plantea la Presidencia de la República, pues considera que ni siquiera el presidente Solís podría convencer a su grupo de votar un proyecto que enfoca sus expectativas de recaudación en la reforma al impuesto sobre las ventas para transformarlo en el impuesto al valor agregado (IVA), que su bancada considera poco progresivo.

"Si yo pudiera hablar con el presidente le pediría que desconvoque este proyecto de ley y que nos permita dedicarnos a discutir otros asuntos durante los próximos dos meses", zanjó.