Luis Guillermo Solís: ‘No vamos a hacer loco con la plata’

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Optimista, pero con la cautela de no caer en un triunfalismo anticipado, el aspirante presidencial Luis Guillermo Solís destina sus horas poselectorales a escuchar y buscar respaldo entre los sectores económicos, sociales y productivos. Una de las primeras citas fue con los empresarios, el miércoles pasado. Tras la reunión conversó con este diario y aclaró que la reunión con excandidatos o partidos políticos se darán, pero no son una prioridad. A quienes no votaron por él, dice, el mensaje es “de puertas abiertas”, “de puentes tendidos”.

¿Tres aciertos de la primera fase de la campaña?

Manejo de redes, participación de la juventud, que fue extraordinaria, y el planteamiento publicitario de presentarme tal como soy.

¿Qué ajustará para los dos meses que siguen?

Organización y comunicación interna.

¿Cambios en el equipo?

No, no.

¿A qué está enfocado ese ajuste en la comunicación interna?

A buscar una interacción más fluida entre las decisiones del comando de campaña y las dirigencias territoriales. Entre el comando y la nueva la fracción legislativa.

Las provincias costeras han sido la gran debilidad del PAC, lo fueron en el pasado y lo son ahora. ¿Cómo le llegarán a esa gente?

No se va a resolver del todo. Vamos a hacer equipos especiales de apoyo. Eso empezará a moverse casi de inmediato.

¿Qué significa equipos especiales de apoyo?

Bueno, refuerzo. Refuerzo en lo económico. Refuerzo en lo político. Más personal para que atiendan algunos temas. Cambiar el paradigma de los enfoques regionales, que están muy débiles en algunos casos.

¿Usted hará más trabajo de a pie, o publicitario?

Vamos a seguir en las rutas de la alegría.

¿A qué enfocará su campaña?

Lo mismo. Voy a salir a hablar con la gente. Ahora me conocen más. Las nuevas rutas de la alegría van a estar fantásticas.

El PAC tiene casi ¢3.000 millones que le corresponde de deuda política. ¿Los gastarán todo?

No, no. Yo me acojo a lo ya indicado por el jefe de campaña . Vamos a ser sumamente austeros en esta segunda etapa. No vamos a hacer loco con la plata. Gastaremos lo que se necesite; nada más.

Acaba de decir que su prioridad no es buscar a candidatos para hacer alianzas. ¿Está descartada una alianza con Frente Amplio?

No, no es que estoy diciendo que se descarte. Digo que la relación con los partidos tiene que ponerse en la perspectiva de un diálogo con la nación. Hablaré con los partidos cuando haya logrado atender las invitaciones que tengo con los sectores económicos, productivos y sociales, que son la prioridad.

¿De darse una alianza que condiciones pondría?

No la estoy viendo en este momento ni estoy viendo condiciones para nada.

”Al contrario, son diálogos nacionales, sin condiciones, con todos los sectores. También los tendré con partidos políticos en su momento, pero no son mi prioridad”.

¿Cuál sería el principal cambio que los costarricenses verían en un gobierno de Luis Guillermo Solís y en que plazo se vería?

Son muchos cambios, pero se los resumo en tres. Una economía más próspera que crezca con más fuerza y más rápidamente produciendo más empleo. Una economía que produzca justicia social y distribuya bien la riqueza. Y, hacer ambas cosas con transparencia y con rendición de cuentas.

Hay más de 600.000 votantes que el 2 de febrero apoyaron a Frente Amplio, el PUSC o a Movimiento Libertario. ¿Cuál es su mensaje para ellos?

Es un mensaje de puertas abiertas. De puentes tendidos. Es un mensaje muy de respeto para que consideren completar lo que hicieron en la primera fase, votando en la segunda, por el proyecto que no es continuista. Por el proyecto que no es oficialista. El proyecto que le puede dar al país un cambio significativo en su vida política.

Habló de que se va a reunir con personalidades. ¿Quiénes son?

Bueno, por el momento, prefiero no porque las comprometo. Ya me llamaron algunas de ellas que no son candidatos presidenciales.

¿Expresidentes?

Por ejemplo, hay uno que ya dijo que nos va a acompañar.

¿Óscar Arias?

No, don Abel Pacheco, quien se mostró muy afectuoso y dispuesto a acompañarme con su voto, lo cual me honra mucho.

¿Está contemplada alguna con doña Laura Chinchilla u otro representante del Gobierno?.

Con la señora presidenta me honraría mucho verme, pero no quiero cometer ese atrevimiento si no se requiere. Por el momento, el tema que más me angustia es el de Nicaragua y las nuevas decisiones que el Gobierno tomó al respecto. Le solicitaré al señor ministro que él mismo o algún representante me atienda para darme un poco más de detalle acerca de esto.

¿No comparte esa decisión?

No. Yo acompaño al Gobierno en los temas de política exterior y, particularmente, en lo que toca a Nicaragua. No puedo hacer sino eso.

Le consultaba la reunión con la Presidenta considerando el tiempo tan corto que habrá entre las elecciones y el traspaso.

Tal vez esto le suene un poco exagerado: yo no soy presidente electo, todavía. Soy el candidato de un partido de oposición.

”Tengo suficiente información para saber que está pasando en el país y me parece que adelantar una reunión con la señora presidenta en esas condiciones, no solo lucirá petulante sino que no procede, excepto en este caso de política internacional por razones obvias”.

Cuando sea presidente electo, si es que lo fuera, tendré tiempo para reunirme con ella una vez, o las que sea necesario, para discutir el tema. ”Mientras no sea así voy a mandar una línea que no conviene de que estoy asumiéndome presidente electo que es algo que no ayuda al clima de discusión de las próximas ocho semanas”.

Don José María Villalta lo citó a usted como la derecha que no roba y Otto Guevara le dice socialista. ¿Qué realmente es el PAC?

El PAC es el partido de Costa Rica. El que ganó la primera ronda con un apoyo mayoritario y espero que sea el partido que lo gobierne después del 8 de mayo.

En la calle hay gente que le dice ‘presi’ o ‘presidente’, ¿qué opinión le merece esto?

Me dicen de muchas maneras en este tiempo. Me compromete mucho que me vean ya presidente, pero sigo recomendándoles que mientras no me elijan sigo siendo el candidato de un partido de oposición, que tengo que pasar ocho semanas de vértigo para ser electo presidente de la República. Antes que eso todas estas expresiones me las tomo como expresiones de afecto pero nada más que eso.

Casi 900.000 personas no fueron a votar y en una segunda vuelta va menos gente a votar. ¿Cómo revertir esto para que sea usted o don Johnny lleguen con un respaldo consolidado?

Es muy probable que aumente el abstencionismo y no quiero que aumente mucho. Eso nos toca a don Johnny y a mí. Hay que entusiasmar a la gente. Hay que decirle que salga, denos la legitimidad con un mandato muy fuerte a cualquiera de los dos. No le conviene al país que lo que se mostró como el estándar de abstencionismo histórico aumente más de lo razonable.

La tregua se descarta?

Sí, estamos en campaña. Hay una segunda fase de la campaña que tiene que darse con la intensidad y el respeto que eso amerita.

¿Lo llamó algún candidato?

No. Hablé con José María en el marco del programa de doña Amelia Rueda, pero aún no me ha llamado ningún candidato.

Veremos debates?

Espero que pocos. Muy pocos, creo que tienen que ser dos.