El embajador costarricense en Venezuela, Federico Picado, es un viejo conocido en el Partido Acción Ciudadana (PAC), está suficientemente preparado para ejercer el puesto y se le conoce como un simpatizante de la corriente bolivariana impulsada por Hugo Chávez, pero esto no es problema.
Con comentarios como estos trató el presidente, Luis Guillermo Solís, de relativizar los cuestionamientos contra el embajador Picado por sus manifestaciones sobre la situación en Venezuela, en una entrevista publicada por este diario, el domingo pasado .
El punto por dilucidar, enfatizó el mandatario, es si Federico Picado se extralimitó en sus declaraciones. Es decir, si habló más allá de la posición oficial del país sobre un tema especialmente sensible para la política exterior e interior: Venezuela.
En esto, el gobernante evitó emitir una conclusión, pues la Cancillería aún investiga si Picado violó el reglamento de los diplomáticos, pero sí tiene una impresión inicial: cree que Picado no se extralimitó.
“Simplemente, hay que recoger y reconstruir esas declaraciones y ver si ha habido una extralimitación grave para tomar una decisión, que no creo, como digo, haya ocurrido en este caso”, dijo Solís en una conferencia de prensa, en la que abundaron las preguntas sobre el asunto.
Todas sus respuestas, sin embargo, perderán vigencia cuando el canciller González emita la resolución sobre Federico Picado. Él contestó un cuestionario por correo electrónico y justificó el otorgamiento de mayores poderes al presidente Nicolás Maduro como respuesta ante la “gravedad” de palabras previas de su homólogo estadounidense, Barack Obama, quien este mes consideró a Venezuela una “amenaza a la seguridad” de Estados Unidos.
“(Maduro) debe estar investido de capacidades extraordinarias para que, en Consejo de Ministros, dicte decretos con rango, valor y fuerza de ley, tal y como lo establece el artículo 2013 de la Constitución Política”, respondió Picado a este medio.
Conocido. Luis Guillermo Solís dijo conocer desde hace mucho tiempo a su actual embajador, pues fue coordinador de la Comisión de Relaciones Internacionales del PAC. “Su designación se dio sobre la base de méritos. Lo conozco como dirigente político, como profesional, como ciudadano involucrado en temas locales y muy particularmente en temas de política internacional”.
Solís descartó que para ser embajador se deba ser neutral sobre la política en los países donde se trabaja. “El tema aquí tiene que ver con la discreción y la capacidad del embajador de mantener un equilibrio entre su punto de vista y la obligación de representación del país”.
”En el caso de Venezuela, el vocero único autorizado para dar declaraciones en esa materia es el señor canciller; estamos centralizando ahí todas las declaraciones por lo delicado de la situación”, añadió Solís.
La Cancillería sí ha optado por ser neutral. Ha evitado simpatizar públicamente por el gobierno encabezado por Maduro y por un amplio sector disidente. González ha insistido en el diálogo entre las partes y el respeto a derechos humanos.
Sobre las declaraciones de Picado, la Cancillería subrayó que “fueron inconsultas y no contaron con el aval del Ministerio”.
González dijo ayer que el expediente de Picado sigue abierto, pues aún no hay conclusiones.