El presidente Luis Guillermo Solís aseguró ayer que “siempre es un buen momento para hablar” del ordenamiento de los salarios públicos. Para el mandatario, es un debate necesario que se debe abordar en el país “con reposo y serenidad”.
Solís alegó que los sueldos del sector público constituyen un tema central dentro de la discusión sobre las reforma tributarias que impulsará el Gobierno en la Asamblea Legislativa.
“No se puede hablar de ingresos sin hablar de gastos, y los salarios forman parte de eso. Sin embargo, ahora es un momento delicado porque estamos negociando salarios públicos”, dijo Solís durante la inauguración de un seminario sobre economía social solidaria.
Agregó que su Gobierno nunca ha evadido el tema y que, por ello, redujo los salarios de los altos jerarcas de los bancos públicos y ordenó renegociar las convenciones colectivas con algunos sindicatos de instituciones del Estado, a fin de tratar de reducir los beneficios.
“El tema de la política salarial, su ordenamiento y la búsqueda de mecanismos que vuelvan más ordenada la existencia de los salarios es algo que nunca hemos dicho que no se tiene que hacer; eso sí, salvaguardando el derecho de las personas y los derechos adquiridos”, declaró el gobernante.
No obstante, aunque en octubre el ministro de Hacienda, Helio Fallas, anunció que enviaría al Congreso un proyecto para ordenar los salarios del sector público, a la fecha no lo ha hecho.
Consultado ayer sobre ese plan, el mandatario Solís respondió: “Eso está discutiéndose, es un proceso en construcción”.
Esta semana, La Nación dio a conocer que planillas como las del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la Universidad de Costa Rica (UCR) tienen peones y misceláneos que perciben hasta ¢1,4 millones por mes.
Además, se reveló que en la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) 6 de cada 10 empleados ganan más de ¢1 millón. La CNFL admitió que, por años, los sueldos se inflaron porque el beneficio por anualidad (de 4,5% por año) se calculaba sobre el salario bruto y no sobre el base.