San José
Al cierre de su noveno proceso electoral como presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el magistrado Luis Antonio Sobrado destaca la evolución del electorado costarricense durante la campaña política que agoniza.
Sobrado elogió el giro que dieron los votantes hacia la búsqueda de información sobre los candidatos presidenciales y sobre sus propuestas de gobierno.
El presidente del TSE saca balance positivo al repasar el proceso electoral que culminará el 2 de febrero.
A continuación lea un extracto de la entrevista que Luis Antonio Sobrado concedió a La Nación.
¿Cómo ve el caminar del país hacia las elecciones presidenciales del domingo?
-Veo a un país sereno de cara a la elección y dispuesto a ratificar esa convicción de que al momento que se cierren las urnas las banderas partidarias tienen que arriarse, porque la única bandera que queda después de eso es la bandera costarricense.
“Veo a un pueblo absolutamente sereno, pero absolutamente interesado en lo que pasa, con un gran compromiso de participación. Los pronósticos apocalípticos pareciera que ya nadie los formula”.
Cumple usted 9 procesos electorales al frente del TSE. ¿Qué conclusiones saca del actual?
-Ha sido un proceso muy diferente, muy inusual en muchos aspectos. Desde un principio sabíamos que había tres factores diferenciales de este proceso: voto en el exterior, aplicación del principio de paridad de género y alternancia en la elección de diputados y la ausencia de elección de cargos municipales.
“Hemos podido ratificar la tradicional experticia y mística del organismo electoral al gestionar algo complejo como una elección”.
¿Qué es lo que le ha llamado la atención de ese cambio en el estilo de la campaña?
-Ha sido una campaña de pocos signos externos, lo cual, desde un principio, señalé que no significaba falta de interés o indiferencia ciudadana, sino, que estamos ante un votante más crítico, mucho más racional.
“Esta es una campaña que carece de la vistosidad de antaño, pero que se ha seguido con mucho más atención y racionalidad por parte del elector.
"Hemos dado un paso muy significativo: la gente entiende que un proceso electoral no es una charanga, no es tirar confeti, sino que es algo que es muy serio, como escoger al equipo de hombres y mujeres que marcarán el destino del país por 4 años”.
¿Y ha visto a los partidos políticos comportarse a la altura de ese nuevo elector más crítico y más informado?
-Queremos partidos más institucionalizados, más transparentes, más fuertes, pero más democráticos.
“Sin duda esta nueva forma de ver la política y de hacerla plantea retos que los partidos tienen que examinar y acometer con eficacia hacia futuro”.
¿Le ha seguido el TSE el pulso al desarrollo de la campaña en redes sociales?
-Ese ha sido otro de los grandes actores del proceso electoral que, como todos sabemos, es un espacio donde más costarricenses interactúan, especialmente para la gente joven.
"Ese es un espacio libérrimo de expresión y de información, totalmente renuente de los controles estatales y a la manipulación pública.
“Esa democratización de la información ha sido una conquista democrática”.
¿Hay que regular las redes sociales durante las campañas, o hay que dejarlas en completa libertad?
-Hay abusos en el ejercicio de la libertad. Me refiero a un conjunto de voces que han propalado, de mala fe, información falsa, ustedes bien lo han visto.
“Pero yo me resisto a pensar que ese espacio deba someterse a controles del Estado. Lo que para nosotros es una gran enseñanza, como organización electoral, es que no basta la presencia nuestra en las redes sociales, sino que debemos tener presencia en otros ámbitos de las redes para que ahí la gente disponga de información veraz y constatable y nos hemos percatado de que hay una gran cantidad de personas que atienden y escuchan. Así que le apuesto más a la proactividad en redes sociales que a su regulación.
“En una oportunidad, al mismo grupo periodístico que ustedes representan se les afectó con una infamia que también rebotó en mí y que ahora se está reciclando en las redes sociales, en un intento por crear crispación y para restar confianza, pero creo que no lo han logrado.
"Creo que el costarricense tiene claro que vamos hacia un proceso donde su libertad electoral está garantizada”.
Viendo los problemas recurrentes en el financiamiento de los partidos, ¿considera que llegó el momento de que el TSE sea más incisivo en el impulso de una nueva reforma al Código Electoral para facilitar el giro de recursos a las fuerzas políticas?
-Como país tenemos que mirar en nuestro entorno y ver experiencias comparadas para quitar ese lunar que tiene esta democracia hermosa. Nosotros propusimos franjas electorales (fórmula que aumenta el acceso de los partidos a los medios de comunicación y que reduce el costo de las campañas), no en vano 15 de 18 países de Latinoamérica adoptaron esquemas donde los partidos tienen acceso gratuito a los medios de comunicación colectiva.
"Este tema tiene que ser abordado con seriedad, así como las reformas al régimen de financiamiento, para promover una contienda más justa y equitativa”.
En pocas campañas los partidos emergentes han reclamado tanto como en esta por tener un acceso equitativo a los medios de comunicación y señalan al TSE como el culpable de que esas condiciones no se hayan dado…
-Lo cual es injusto porque cuando en abril pusimos a la ciudadanía en conocimiento de nuestra iniciativa (de franjas electorales) no escuchamos una sola voz de apoyo. Ni la academia, ni los formadores de opinión ni los partidos emergentes apadrinaron esa idea.
“Sus lamentos son extemporáneos y creo que el TSE es la institución que menos merece ese reclamo porque ha sido el impulsor de esa iniciativa desde el 2001 en el proyecto de reforma al Código Electoral”.
¿Cómo resultó la primera experiencia de organizar unas elecciones en el exterior?
-El voto en el extranjero fue el que hizo la propuesta de llevar a cabo elecciones en el exterior porque los costarricenses que viven fuera siguen siendo parte del país.
“Este es un paso más de inclusión política, como lo han sido otros que ha dado este Tribunal, como procurar facilitar el voto en las comunidades indígenas y entre los privados de libertad.
"Llegamos tarde a la cita con la historia del voto en el exterior si nos comparamos con el resto de Latinoamérica, pero el Tribunal cumple llevando las urnas hacia los que no pueden venir a ellas, aunque el costo del voto en estos casos se duplique.
"Si bien no logramos eliminar del todo ese factor de abstencionismo técnico que era no poder votar desde el exterior, lo hemos mitigado de manera sustancial. Es un paso para tener una democracia más robusta”.