Los reclamos tensan al PAC en el análisis de sus finanzas electorales

La asamblea general del partido se reunió para analizar el informe de la tesorera en tiempos de campaña, Leda Zamora

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Dudas, preguntas, sospechas y dilemas filosóficos sobre la ética ocupan al máximo órgano del Partido Acción Ciudadana (PAC), que dedica este sábado a discutir detalles de las finanzas de la campaña que llevó al poder a Luis Guillermo Solís.

La asamblea general del partido se reunió para analizar el informe de la tesorera en tiempos de campaña, Leda Zamora, quien expuso que son ¢4.123 millones los gastos que pretenden redimir con la deuda política, si el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) avala el reporte presentado este jueves.

Un sector de los asambleístas opinan que hubo despilfarro, sobre todo después de la primera ronda electoral y más aún tratándose del PAC, abanderado de la austeridad, el voluntariado y la mística. Otros, en línea con Leda Zamora, creen que los gastos valieron la pena al lograr el triunfo electoral del 6 de abril y sacar del poder al Partido Liberación Nacional (PLN).

Esta discusión se da al cierre de una semana en la que La Nación publicó el pago de ¢277 millones a un abogado por dar servicios que eran innecesarios, un monto que no se cobrará al TSE. Así lo decidieron las autoridades del partido, ahora con Rodrigo Alberto Alberto Carazo en la presidencia, por temor a que conlleven alguna irregularidad.

También se conoció el pago de ¢111 millones al consultor en comunicación Iván Barrantes. De ellos, ¢75 millones fueron por concepto de "premio" al lograrse la victoria de Luis Guillermo Solís, quien ahora lo tiene como asesor ad honorem en la Casa Presidencial, lo que ha sido criticado por el diputado oficialista y fundador de este partido, Ottón Solís, hoy ausente en la asamblea.

La tensión es evidente en esta reunión, tanto que el presidente Carazo pidió a los asambleístas discutir con respeto y recordar que están siendo grabados por la prensa.

Primero Zamora presentó su informe por casi ¢5 mil millones de gasto ("un güevazal del plata", consideró Carazo) y defendió la campaña exitosa al obtener el triunfo electoral, aunque admitió que pudo haber más gastos de los convenientes, como el del abogado Jorge Sibaja.

"Me siento un poco molesta (...) Hubo una cadena de confianza y la gente honrada es buena. Son las lecciones para aprender", dijo Zamora, quien aseguró que nunca el abogado Sibaja advirtió sobre la impertinencia de los servicios que él daba, como aseguró en una entrevista en La Nación.

"Estoy dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias", declaró Zamora, quien después fue cuestionada por asambleístas que consideran excesivo el gasto en la campaña.

"Hoy no me puse una camisa amarilla, me puse una más oscura porque estoy casi de luto. Es un despilfarro terrible desde la cúpula (...) Esto era como Maquiavelo, el fin justificado", dijo Fernando Jiménez, asambleísta por San José. Después criticó el pago al consultor Iván Barrantes y sus palabras contra Ottón Solís (le dijo "retrógrada"), y recibió aplausos de un sector.

Otros asambleístas sí creen que era necesario invertir en aspectos que permitieran triunfar "como un partido grande". "Si queríamos sacar al PLN, solo de esa forma. A caballo, imposible", dijo la asambleísta Clara Padilla, de Guanacaste.

Leda Zamora (afín a la corriente opuesta a la tradicional de Ottón Solís) renunció después de la campaña y ahora la sustituye un ingeniero, Anthony Cascante, quien también se defendió de cuestionamientos por haber accedido a este cargo después de que una empresa de su familia proveyó servicios informáticos al partido, durante la campaña, por un monto de ¢75 millones.

Zamora estuvo respondiendo preguntas durante la mañana y pasado el mediodía, advirtiendo que no todos los gastos fueron su responsabilidad. "Los principales rubros fueron decisiones del comando de la campaña (la jefatura la tuvo Melvin Jiménez, actual ministro de la Presidencia)".

También reconoció que la campaña en la segunda ronda fue más "dispensiosa". "Hubo gastos que posiblemente yo no hubiera aprobado", afirmó antes de contar a la prensa que existió la posibilidad de pagar a Iván Barrantes ¢13 millones más de lo que se le aprobó.

Con la discusión lejos de estar zanjada, llegó la hora del almuerzo. Para la tarde aún quedaba discutir la relación del diputado Víctor Morales Zapata con el PAC, después de haber sido cuestionado durante la campaña por asuntos éticos, también por Ottón Solís.

Eran casi las 2 p. m. cuando Rodrigo Alberto Zarazo detuvo la discusión sobre los millones gastados en la campaña, pero antes hizo un anuncio: "hay una cajita para que hagan sus donaciones para el almuerzo". "Es un símbolo", justificó mientras otros refunfuñaban.