La democracia retrocedió 30 años. Los niveles promedio experimentados a nivel mundial son similares a los presenciados en 1983, al tiempo que más países se encaminan hacia regímenes autoritarios, reveló el Informe sobre la Democracia 2022.
El análisis mundial permitió identificar que las democracias están presentando señales de que la autocratización está cambiando; por ejemplo, los líderes buscan desacreditar a la prensa o la “polarización tóxica”. La autocracia es la forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la ley suprema.
Asimismo, los líderes autoritarios buscan “medidas audaces” para tomar todo el control de sus países simulando hacerlo de forma democrática para luego instaurar sus dictaduras.
El reporte también identificó, como síntoma de la pérdida de democracia, los ataques a los sistemas electorales.
“Otro signo de líderes políticos envalentonados es el creciente número de países donde los aspectos críticos y formales de la democracia se están erosionando. La autonomía de instituciones como los organismos de gestión electoral ahora se ven atacados y socavados en muchos países autocratizados junto con el poder judicial y el poder legislativo”, explicó el documento.
“Los últimos 30 años de avances democráticos están ahora erradicados”, resalta el informe, el cual menciona que el mundo está en una etapa similar a la que se vivió el final de la guerra fría.
En el reporte 2022, se registraron 33 países con ”una autocratización sustancial”; entre ellos, resaltan naciones democráticas como Estados Unidos, República Chace y Grecia. En Latinoamérica, los que registran los mayores retrocesos son El Salvador, Venezuela y Nicaragua.
En este estudio, Costa Rica figura como la tercera democracia con mayor libertad electoral del mundo, al quedar ubicada solo por detrás de Suecia y Dinamarca.
Por otra parte, Costa Rica también aparece como la cuarta democracia más sólida del mundo, superando a países de primer mundo como Alemania o Estado Unidos.
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La publicación, realizada por el instituto sueco Varieties of Democracy (V-Dem), reveló que las dictaduras van en aumento y albergan al 70% de la población mundial, que representa cerca de 5.400 millones de personas.
Solo el 13% de la población mundial reside en democracias liberales y el 16% en democracias electorales.
“En el 2011, hubo más países que mejoraron, frente a los que empeoraron, en todos los aspectos de la democracia. Para el 2021, el mundo ha dado un vuelco, hay más países en declive que en avance en casi todos los aspectos democráticos”, explicó el análisis.
Por regiones, el sector Asia-Pacífico reportó un grado de democracia liberal similar a la de 1986, hace unos 35 años. La democracia promedio en Europa del Este y Asia Central ha retrocedido al nivel encontrado en 1991, mientras que la democracia en América Latina y el Caribe ha caído a las cifras vistas en 1990.
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El reporté clasificó los tipos de gobiernos autoritarios en dos; por un lado, están los que simulan una democracia, pero que carecen de autenticidad o calidad. Por otro lado, están las autocracias cerradas, donde un individuo o grupo de personas ejerce el poder en gran parte sin restricciones por parte de la gente.
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Pandemia afectó gobiernos
La investigación encontró que la pandemia ha tenido efectos directos sobre la democracia, generando una tendencia mundial a la baja. Esto ha permitido que líderes de algunos países aprovechan la emergencia para consolidar aún más el poder.
En estudió concluyó que ha habido violaciones significativas de los estándares internacionales que los gobiernos pueden ejecutar debido a la situación pandémica.
En total, 57 países registraron violaciones moderadas y 44 países tuvieron violaciones importantes de las normas internacionales. La mayoría de estas ocurrieron en países con gobiernos autoritarios.
Por ejemplo, en Eslovenia, miles de personas se reunieron para manifestarse contra el primer ministro Janez Jansa el 27 de abril de 2021, acusándolo de de usar la pandemia como pretexto para restringir libertades, aumentar los poderes policiales, incitar la hostilidad hacia activistas y atacar a periodistas.