La primera acusación de René Castro, ministro de Ambiente, contra el diputado liberacionista Víctor Hugo Víquez, fue por pedir información sobre la eventual explotación de gas natural en Costa Rica (que aún no se comercia ni distribuye) para un amigo suyo, de apellido Vargas.
El jerarca consideró que los correos enviados por el legislador, a nombre de la empresa de su amigo, fueron inapropiados. Castro no le contestó, pero tampoco le advirtió de que no lo veía propio de un congresista.
Castro puso ayer dos dedos más en la llaga. Añadió que Víquez pidió cuentas a la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) porque investigó a una empresa por deficiencias en el llenado de varios cilindros de gas.
Víquez confirmó las notas enviadas a la Aresep, y advirtió de que seguirá haciéndolo, pues aduce un interés para los consumidores de que no cancelen la concesión a una empresa proveedora de gas.
La tercera acusación contra el diputado del PLN es que habría participado en el reparto de cocinas de gas durante la campaña municipal del 2010, junto con el candidato a alcalde de Flores, supuestamente, a cambio de votos.
Víquez rechazó la acusación de Castro y afirmó que ese caso se originó en un desacuerdo con el director de un medio local.