La creación de un registro de accionistas todavía es un tema sensible en la oposición

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En una alianza opositora donde cualquier opinión podría caer como una bomba, hay un tema cuya discusión todavía se evade para no generar inestabilidad: el proyecto de la ley para mejorar la lucha contra el fraude fiscal y la creación de un registro de accionistas de las sociedades anónimas, como lo pidió el Gobierno.

Liberación Nacional (PLN) ha dicho que está a favor, según los diputados Maureen Clarke y Ronny Monge.

La Unidad Social Cristiana (PUSC) permitió incluir el texto en el acuerdo del 1.° de mayo, pero con la salvedad de que el Estado solo conocería los beneficiarios finales de las sociedades si recibe el permiso de un juez garante.

Clarke dijo al respecto: “Ellos (PUSC) incluyeron el tema, siempre y cuando se ponga un juez, pero eso es echar para atrás lo que ya existe y eso no tiene sentido. Si ya con la legislación que tenemos no se requiere eso, por qué le ponen trabas”.

Como un tercero fuera del conflicto, el jefe de Alianza Demócrata Cristiana (ADC), Mario Redondo, apuntó que toca anteponer los intereses nacionales ante una situación fiscal apremiante, por encima de la vanidad de si el proyecto que se discuta es “de fulanito o menganita”.

“Nadie ha sido forzado a firmar ningún acuerdo. Estamos entre personas maduras, sensatas, que además, debemos comprender los niveles de responsabilidad que tenemos, y si hay un acuerdo alrededor de una agenda, deberíamos cumplirlo”, consideró Redondo.

El legislador cartaginés añadió que es innegable que las negociaciones del 1.º de mayo dejaron atrincherados a muchos diputados en subgrupos y que toma tiempo sanar las heridas, semanas, si es que se logra hacer.

Para Redondo, la situación trasciende a los partidos, a pesar de que en agrupaciones como la Unidad se empiezan a asomar “procesos de convenciones internas y se empiecen a consolidar bloques de tendencias”.

El liberacionista Carlos Arguedas opina que “hay una intencionalidad muy positiva” de los diputados sobre los proyectos fiscales, pero es frágil. “Entonces, se podría afectar si la gente hace observaciones muy categóricas sobre dichas iniciativas”, dijo.