Pérez Zeledón. El candidato del Frente Amplio, José María Villalta, aseguró que el conflicto con el sindicalista Jorge Arguedas, lejos de debilitarlo, fue una “prueba de fuego para demostrar el estilo que tendría para gobernar”.
En su criterio, esta fue una muestra de cómo actuaría en casos similares estando en el gobierno. “Ha marcado gran diferencia respecto a lo que hemos visto en otros casos y gobiernos”, aseveró.
Villalta y la cúpula del Frente Amplio pidieron a Arguedas renunciar a la candidatura a diputado (segundo lugar por San José) tras conocer que un juzgado dictó medidas cautelares por violencia doméstica entre el 2002 y el 2004.
Según los estatutos del partido, esta condición impide a cualquier militante ser candidato.
El problema para Villalta es que Arguedas se niega a dimitir y este ya fue inscrito como aspirante ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Para el aspirante presidencial, esa postura no lo debilita como máximo líder de la agrupación. Argumentó que cuenta con un respaldo abrumador en la Asamblea Nacional del Frente Amplio.
“Lo que no hubiera soportado este partido y lo que nos hubiera hundido era actuar con incoherencia, haber tapado y protegido al señor Arguedas sabiendo que tenía incompatibilidad con nuestro estatuto. Eso nos hubiera restado autoridad moral y nos hubiera debilitado”, dijo Villalta en Las Mercedes Arriba de Cajón de Pérez Zeledón, comunidad que visitó ayer como parte de sus giras de campaña.
El comité ejecutivo del partido convocó a la Asamblea Nacional para el próximo sábado, a fin de pedir al TSE que anule la candidatura del sindicalista.
Villalta asegura que ha intentado hablar con Arguedas para insistirle en que debe renunciar, pero ha sido imposible, pues está protegido con una especie de coraza.
Mencionó, incluso, que el dirigente sindical recibe asesoría de reconocidas figuras políticas de otras agrupaciones que quieren mantener el conflicto para distraer a Frente Amplio de su campaña.