El Partido Liberación Nacional (PLN) se prepara para escoger, este fin de semana, sus candidatos para las elecciones municipales de febrero del 2016, con la meta de lograr el 60% de los puestos de alcaldes del país, menos que el 73% que posee en estos momentos.
El presidente del PLN, José María Figueres, dijo este jueves que la meta es lograr, al menos, 50 alcaldías de las 81 posibles, aunque en los comicios locales del 2010 los verdiblancos obtuvieron 58 .
Ahora, después de seis años en que el Partido sufrió su peor derrota electoral (presidenciales del 2014), la agrupación siente que tiene ventaja sobre el resto de rivales, pero no tantas como las hubo en el 2010.
El jerarca del PLN expresó que su Partido es el más preparado para las elecciones del 7 de febrero, en relación con los otros 85 inscritos para participar. Los liberacionistas proponen convertir las municipalidades en “corporaciones de desarrollo comunal” con responsabilidades en empleo y en la atracción de inversión.
Reconoció, sin embargo, que cada cantón representa una batalla particular. Por ejemplo, en San José, el PLN presenta cuatro precandidatos a la Alcaldía. De ellos, la Asamblea Cantonal debe escoger a uno para que enfrente en febrero a los aspirantes por otros partidos.
¿Y Araya? Entre estos candidatos podría estar Johnny Araya, el exalcalde y exaspirante presidencial, quien alista una postulación con el Partido Alianza por San José. “Me dolería mucho”, dijo Figueres sobre una posibilidad, que según las reglas electorales, ameritaría la expulsión definitiva de Araya de la casa liberacionista.
Para este sábado, hay 7.292 postulantes en juego, para que las asambleas cantonales definan a los candidatos para los 6.069 cargos en disputa con otros partidos, el 7 de febrero. La mitad de los aspirantes del PLN es femenina y la tercera parte, jóvenes, dijeron.
Figueres, a pesar de ser un actor tradicional de la política, asegura liderar un PLN renovado, con rumbo definido y con agallas. Sin embargo, reconoció que el principal rival del Partido es sí mismo, en probable alusión a las rivalidades internas que vive la agrupación en el nivel nacional o en los territorios.