Fortalecer el sistema de becas y los subsidios a mujeres y jóvenes desempleados, crear oportunidades de trabajo para personas con discapacidad, reforzar la educación técnica y recuperar el papel protagónico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Estas son las principales propuestas que ocuparían a Johnny Araya Monge, hoy candidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN) si alcanza la Presidencia de la República.
Así lo refleja el plan de gobierno verdiblanco, el cual ofrece dar continuidad a los programas sociales vigentes para atender a los pobres, aunque sin plantear en todos los casos la población adicional a la que quiere llegar, ni la fuente de los recursos con que se financiaría.
Araya explicó que echará mano de los mismos recursos que hoy se destinan a esos programas, pero que, por una mala gestión, no se ejecutan en su totalidad.
Según el Ministerio de Bienestar Social para el año entrante se presupuestaron ¢600.000 millones en planes contra la pobreza.
“También parte de la solución al problema fiscal debe servir para reforzar programas sociales que son de distribución, de equidad”, manifestó Araya.
El Estado de la Nación cuestionó la eficacia de la inversión en programas sociales, pues pese a la gran cantidad de recursos destinados, el país no ha logrado cambiar el perfil de la pobreza en 20 años. El 21% de hogares son pobres.
La propuesta está en un documento de 50 páginas, con retos en gobernabilidad, equidad y crecimiento económico.
En equidad propone ampliar y supervisar de forma efectiva el Fondo Nacional de Becas y Avancemos para asegurar que las ayudas lleguen oportunamente.
Los subsidios para jefas de hogar desempleadas, conocidos como Manos a la Obra , llegarán a más beneficiarias y se incorporará un componente de capacitación.
Además, ampliará el programa Empléate, dirigido a jóvenes que no terminaron la secundaria. El objetivo en este plan, dijo el aspirante, es elevar el número de beneficiarios de 6.000 que hay a unos 25.000.
Respecto a la Red de Cuido, plantea mantenerla y fortalecerla.
La propuesta, además, incorpora planes de empleo, educación y financiamiento para población en riesgo social, personas con alguna discapacidad, mujeres y jóvenes.
A esto, el postulante agregó que en enero darán a conocer una meta más que no está claramente expresada en el plan de gobierno y que está dirigida al 7% de la población que vive en pobreza extrema.
“Hemos hecho los números de esas 330.000 personas que viven en pobreza extrema y cuál es el recurso que se requeriría para hacer transferencias por medio de estos programas o algunos otros”, dijo.
Bisturí a educación. Otro de los componentes sociales del planteamiento liberacionista son los cambios en educación empezando por el propio currículo, el cual modificará de manera “participativa”.
Este, según el plan, “estimulará el desarrollo de la inteligencia, la creatividad y la transformación del pensamiento”.
Araya también dice que impulsará la educación técnica, con la construcción y equipamiento de más colegios. Propone programas para que estudiantes que quieran o se vean obligados a abandonar el colegio en noveno año, salgan preparados para el mercado laboral.
Promete establecer la educación dual para que los alumnos ingresen como aprendices en empresas para recibir formación técnica y un incentivo económico.
En un gobierno de Araya además se modificarían las pruebas nacionales y solo los estudiantes que opten por ir a la universidad harían el examen de bachillerato.
Rescatar la Caja. El socialdemócrata ha definido como “prioridad de prioridades” fortalecer y consolidar la solvencia financiera de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y asegurar la sostenibilidad a largo plazo del régimen de Invalidez Vejez y Muerte (IVM).
Araya explicó que, para lograr ese objetivo, el Estado debe honrar las deudas con la CCSS, al tiempo que la entidad continúe en su lucha contra la morosidad.
El aspirante aclaró que en su proyecto no cuantifican las metas en todas las áreas porque lo hará en el Plan Nacional de Desarrollo.